Los dueños de los perros y sus mascotas pueden intercambiar
las bacterias dañinas de la boca, que pueden causar enfermedades de las encías
y caries dental en humanos y caninos, de acuerdo con un informe publicado en el
Archives of Oral Biology.
Las investigaciones anteriores han demostrado que las
personas pueden transmitir las bacterias orales a los niños a través del
contacto cercano diario. Sin embargo, pocos estudios han examinado las
bacterias que se intercambian entre las personas y sus mascotas.
Alrededor del 5% de los perros obtienen la caries dental,
que incluyen decadencia dental y cavidades. Pero las tasas de la periodontitis,
una enfermedad inflamatoria de la boca, en los perros se ha informado que van
desde el 50% al 70%.
Los investigadores a finales del año pasado trabajaron con
los dueños de los perros en Japón para evaluar la prevalencia de 10 bacterias
que están asociadas con la periodontitis en la gente. También analizaron un
microbio oral comúnmente encontrado en los perros, pero no en los seres
humanos.
Los participantes del estudio fueron 81 miembros de 64
familias propietarias de 66 perros de diferentes razas y edades. Los
participantes se dividieron en tres grupos: La mayoría de las personas que
tenían un alto grado de contacto con los perros, mientras que los otros tenían
poco o ningún contacto con los perros.
En los análisis de la placa dental, se han encontrado todas
las 10 bacterias humanas en perros y seres humanos. Las más comunes; la Tannerella forsythia, la Porphyromonas gulae,
y la Campylobacter
rectus— se detectaron en niveles significativamente más altos en los perros que
en los propietarios.
Hasta una cuarta parte de los perros y los dueños con un estrecho
contacto, compartieron las bacterias comunes Eikenella corrodens. Las Bacterias
periodontales son más frecuentes en las relaciones de un alto contacto y en los
perros viejos.
La Porphyromonas
gulae, rara vez se detecta en los seres humanos, fue encontrado en 13
propietarios y sus perros, dos de ellos con relaciones de contacto bajas. Este
hallazgo sugiere que las bacterias pueden transmitirse de los perros a los
seres humanos, incluso con un bajo contacto, dijeron los investigadores.
Por: ANN LUKITS - Trad: Erik Farina, Psicolmascot
Distribución de
especies bacteriales periodontopathic en los perros y sus dueños.
Abstracto:
Objetivo: En la
actualidad, un gran número de personas consideran a sus animales de compañía
como miembros de la familia y tiene contacto cercano con ellos en la vida
diaria.
El objetivo del presente estudio fue analizar la distribución de
periodontopáticas especies bacterianas en las muestras orales tomadas de perros
y sus dueños.
Diseño: Las muestras
de la placa dental se obtuvieron de 66 perros y 81 miembros de 64 familias que
acudieron a una clínica veterinaria o en la escuela de adiestramiento de perros
en Okayama, Japón, en 2011. El ADN bacteriano fue extraído de cada muestra y
análisis de PCR con iniciadores específicos para 11 especies periodontopáticas,
Porphyromonas gingivalis, Porphyromonas gulae, Treponema denticola, Tannerella
forsythia, Capnocytophaga ochracea, Capnocytophaga sputigena, Prevotella
intermedia, Prevotella nigrescens, Aggregatibacter actinomycetemcomitans,
Campylobacter rectus, y Eikenella corrodens, se llevaron a cabo.
Los Resultados: P.
gulae (71,2%), T. forsythia (77,3%), y C. rectus (66,7%) se encontraron con
frecuencia en los perros, mientras que las tasas de detección de estas especies
en los seres humanos fueron menos frecuentes en 16,0%, 30,9%, y 21,0%,
respectivamente. P. gulae se identificó en 13 sujetos humanos y cada uno de sus
perros también fue positiva para la especie. Por otra parte, E. corrodens y T.
denticola, en muestras obtenidas de perros se correlacionaron con su presencia
en las muestras de los propietarios que tuvieron un contacto cercano con ellos.
Conclusiones: Estos
resultados sugieren que varias especies periodontopáticas podrían transmitirse
entre los seres humanos y sus perros de compañía, aunque la distribución de las
especies periodontopáticas en ambos sea generalmente diferente.
Por: Y. Yamasaki, R. Nomura, K.
Nakano, S. Naka, M. Matsumoto-Nakano, F. Asai, T. Ooshima - Archives of Oral Biology
Trad: Erik Farina, Psicolmascot