Erik Farina 2015 |
Los Primeros Tanteos
Incluso si ya se ha tenido perro, conocer a uno nuevo no deja de ser toda una aventura. No hay dos perros iguales, y hasta dentro de una misma raza cada individuo tiene su propia personalidad y forma de comportarse que a veces, difieren enormemente.
Lo normal es que humanos y perros necesiten semanas e incluso meses para conocerse bien mutuamente y que cada uno sepa cómo el otro va a reaccionar. En cualquier caso, planificar los sucesivos pasos de nuestra relación con el perro puede evitar muchos conflictos y malentendidos.
Indudablemente, cualquiera de los dos puede llevarse alguna que otra mala sorpresa con respecto al otro durante las primeras semanas, pero un poco de previsión le puede ahorrar muchas lágrimas y dolores de cabeza en el futuro.
Recibirlo Bien, Paciencia y Comprensión
Si su nuevo perro es un cachorro, probablemente acabará de separarse de su madre y hermanitos para venirse con usted, y es lógico que ahora se sienta muy solo. Todo lo que le rodea es diferente y extraño para él. Incluso aunque en casa haya otro perro, éste olerá diferente y se comportará de forma distinta a como lo hacían los perros con los que hasta ese momento ha convivido.
Si su nuevo perro es adulto, y ya está acostumbrado al entorno doméstico, los objetos que le rodean no le parecerán tan extraños como a un cachorro, pero usted sigue siendo un completo desconocido para el perro.
En este momento, la calma y la coherencia son vitales para el perro nuevo, independientemente de su edad. Es posible que usted sienta el impulso de hacer movimientos bruscos, gritar o incluso correr hacia el perro si lo sorprende haciendo algo que considera inaceptable, pero evite hacerlo, más bien deténgase, espere y medite.
Su perro va a necesitar algún tiempo para conocerle y para entender las reglas que rigen en su hogar. Incluso tardará en reconocer sus diferentes tonos de su voz. Si no quiere asustar al nuevo perro o cachorro, tenga mucha paciencia. Lo primero de todo es evitar que se sienta atemorizado o incómodo.
Lenguaje Corporal del Perro
Los perros no pueden expresar con palabras que se sienten inseguros, desamparados y solos, ni redactar un escrito de protesta contra los olores, imágenes o ruidos que les resultan desagradables o perturban en el hogar. Sólo pueden expresar sus sentimientos y temores por medio de gestos corporales y faciales y ciertos sonidos.
Un cachorro que se asusta al encontrarse de pronto con un perro grande tal vez adopte la postura utilizada para expresar sumisión; acercará su cuerpo al suelo lo más posible, son las orejas hacia atrás y la cola metida entre las patas. También es posible que se orine o defeque a causa del miedo. ¿No querrá ser saludado de esta forma por su nuevo compañero de casa, verdad?
Un perro adulto, por su parte, reaccionará mal si se siente intimidado en un lugar desconocido para el perro: si le sujeta o agarra para obligarlo a salir o para impedirle hacer algo, usted creerá no estar haciéndole nada malo, pero el animal se sentirá castigado y maltratado hasta el punto de que podría incluso utilizar sus garras o fauces para defenderse de usted.
Normas de Convivencia
Aunque evitando asustar o intimidar al nuevo perro, usted tiene que establecer algunas normas elementales desde el primer instante de convivencia. Si deja claras las reglas desde el principio y es coherente con ellas, ayudará al perro a sentirse seguro. Los perros, como los niños, necesitan aprender dónde están los límites.
Algunos perros intentan poner a prueba al propietario y sortearlos, mientras que otros las aceptan tranquilamente. Sean cuales sean las normas o limitaciones que usted imponga, recuerde siempre esto: si quiere que su perro las acate, déjelas claras desde el primer instante o será tarde después.
Es mucho más fácil imponer unas normas desde el principio que corregir una conducta indeseable una vez adquirida la costumbre. Aunque le parezca un poco exagerado redactar las reglas por escrito, será lo más sensato si su familia es numerosa y todos los miembros van a relacionarse con el perro, ya que de ese modo todos se comprometerán a tratar al perro exactamente de la misma forma.
El perro jamás podrá saber qué está bien y que está mal si unos le riñen y otros le premian por hacer la misma cosa. Si se sube al sofá y se acurruca junto a alguien, tal vez haya quien lo premie con mimos y caricias y quien lo mande al suelo con gritos y empujones. No se puede esperar que ningún perro entienda que cada miembro de la familia impone distintas normas.
Las Normas de Convivencia Familiar
-Si el perro salta sobre usted, girase y dale la espalda para que no vea su cara e ignóralo. Prémialo cada vez que salude sin saltar sobre la gente, siempre con las cuatro patas en el suelo.
-Nunca le dé porciones de alimento mientras está sentado en la mesa, o estará enseñándole a mendigar comida.
-No deje cosas por medio. Los cachorros se siente irresistiblemente atraídos por la ropa sucia, los juguetes infantiles y el papel.
-Utilice juguetes apropiados para jugar con el perro, nunca zapatos o zapatillas.
-Adiestre a su perro sin prisa pero sin pausa, varias veces al día y todos los días de la semana.
-Enseñe al perro a sentarse antes de recibir el alimento, la sesión de cepillado o las caricias y antes de salir de casa o del coche.
-Todos los miembros de la familia deben participar en su educación, alimentación, cepillado, salidas a hacer ejercicio, etc., e imponer la misma disciplina.
-Los perros se sientan en el suelo: los asientos son sólo para los humanos.
-Decida dónde va a dormir el cachorro y manténgase firmes a ese respecto.
-Si empieza a mordisquear algo de muebles o zapatos, debes distraerlo con un juguete que pueda morder, especificando que puede morder y que no puede morder.
Para una consulta o información escribanos: psicolmascot@gmail.com
Por:
Erik Farina (Etólogo Canino)
Contacto: psicolmascot@gmail.com
Copyright
© Por: Erik Farina - Psicolmascot