Erik Farina 2014 |
Los perros pueden sentir celos frente a cualquier persona o animal que les pueda robar el protagonismo con sus dueños. Muestran una respuesta emocional ante la sensación de posible pérdida del sujeto u objeto deseado. Demuestran celos ante determinadas situaciones, pero por causas distintas a las personas, como la lucha por perpetuar sus genes. Y es que, en este sentido, personas y perros somos más parecidos de lo que creemos.
El origen de los celos caninos radica a menudo en un cambio de roles, para un perro que funciona de manera muy mimado, cuesta entender ese inesperado cambio de roles cuando deja de tener la atención anterior a la llegada del nuevo miembro de la familia.
Se pueden distinguir varios tipos de celos:
Sexuales: Se supone que los perros no sienten celos por amor, como les ocurre a las personas, pero sí hay disputas por conseguir relaciones sexuales con la hembra. Ello se debe a un instinto ancestral para perpetuar los genes, como forma de dejar su huella.
Celos por atención: Es una manera de llamar la atención de los perros frente a la llegada de algún extraño a casa o cuando hay un nuevo miembro en la familia. Reclaman la atención de sus dueños frente a la nueva situación. Perciben que se les dedica menos tiempo y se sienten inseguros.
Celos con el bebé: Si el recién llegado es un bebé, hay que dejar que el perro sacie su curiosidad con él. Le puede oler y lamer, como medio para ayudar a que acepte a este nuevo miembro. Para el perro, el bebé ocupa el último lugar en la llegada familiar, pero está por delante del animal.
La correcta socialización es muy importante para que el perro se sepa relacionar y compartir espacio con personas y otros animales. No obstante, la relación entre niño y perro debe estar supervisada siempre por un adulto.
El perro debe estar pendiente de sus dueños y no al contrario. Los perros saben cómo captar la atención de sus dueños, pero hay que enseñarles que no tienen lo que demandan cuando ellos quieren, sino cuando sus dueños consideran que es el momento adecuado. El perro tiene que adaptarse a los nuevos cambios y necesidades del bebé, pero los dueños deben intentar equilibrar el cuidado del bebé y del perro, que necesitará sus tres paseos diarios, atención veterinaria, cariño y juegos.
Celos y socialización correcta
En caso de que sea un animal quien llega a casa, si el perro está bien socializado, podrá asimilar mejor que otro le robe protagonismo. Para que así sea, ha tenido que aprender desde cachorro a jugar con otros congéneres, salir a la calle y compartir juguetes, como la pelota. Si está acostumbrado a que otros perros vengan de visita a su casa, se tumben en su cama, beban de su plato y se relacionen con sus dueños, habrá mucho camino recorrido para lograr una buena aceptación del nuevo perro.
Cuando llega un animal nuevo a casa hay que dejar que se organicen entre ellos y establezcan una socialización que les resulte más adecuada. En ocasiones, intentamos arreglar u organizar la situación entre los perros, pero lo estropeamos.
El sentimiento de los celos en los perros se asemeja bastante al de las personas. Su comportamiento social se parece al nuestro en muchos aspectos. En torno a los celos pueden detectarse comportamientos conflictivos porque las reacciones de algunos perros debido a los celos son imprevisibles. El perro puede sufrir una pérdida de contacto con la realidad y se descontrola. Cuando finaliza el episodio de celos, muestra un comportamiento normal, e incluso cariñoso, como si no hubiera ocurrido nada. Un ataque de celos puede tardar en repetirse meses o años.
Por:
Erik Farina (Etólogo Canino)
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