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miércoles, 26 de febrero de 2020

Adiestramiento Canino - El Perro Pastor Capítulo 3

Erik Farina 2014

El aprendizaje del oficio de pastor exige que el perro preste mucha atención. Después del esfuerzo llegará la recompensa y el descanso merecidos.

Manipulaciones

En las manipulaciones en el redil de selección hay dos ejercicios que el perro debe hacer para ser útil.

Saltar Barreras

Para enseñarle a saltar, se lleva al perro con la correa cerca de la cerca de una barrera de 0,50 a 0,60 cm de altura; cuando estén a unos 2 metros de la barrera, se paran y a la orden de “Roc, salta”, los dos franquean el obstáculo en un sentido y después en el otro. En cuanto el perro haya conseguido saltar sin valerse de las patas delanteras, se aumente la altura progresivamente hasta 1 metro.

Cuando el perro haya comprendido, se hace que se tumbe a unos 2 metros y que se quede así. Se le pone con la correa alargada y se le lleva cerca de la barrera y se le hace saltar a la orden “Roc, salta”. En cuanto ejecute bien el ejercicio en los dos sentidos, se le hace repetirlo sin correa.

Subirse a la espalda de las Ovejas agrupadas

Esta maniobra permite tanto el paso del rebaño por un lugar estrecho actuado sobre los animales en cabeza como frenar el impulso demasiado fuerte tomado en una dirección no deseada.

Para enseñar este delicado ejercicio, se entra en un pasillo de selección situado, a ser posible, contra una pared y se agrupan las ovejas. Se lleva el perro por la correa y sin forzarlo se le pone encima de la espalda de las ovejas apretadas unas contra otras procurando que no se caiga entre las ovejas.

Se le ayuda a que se sienta seguro y se le anima a que ande por encima de ese substrato extraño procurando que no toque el suelo, pues se expondría a que lo pisaran. No debe descender más que para subir sobre otro grupo o colocarse al final del pasillo, detrás, de manera que el conjunto del rebaño pase por el postigo controlado por el pastor.

Fin del Trabajo

Una vez ejecutada la orden, y si ya no es necesaria la presencia del perro cerca de las ovejas, conviene decirle que el trabajo se ha terminado. Utilizar siempre la misma palabra para que no la confunda con las órdenes que se dan en los ejercicios. Decirle, por ejemplo, “Roc, se acabó”, hacer que se acerque y halagarle. Comprenderá, se relajará y se tomará un bien merecido descanso.

El Ladrido

Con el rebaño, el perro debe trabajar en silencio para no espantar las ovejas. Pero hay circunstancias en las que es útil que ladre, como cuando hay ciertas ovejas que le plantan cara, o se niegan a pasar por un paso estrecho, o cuando se descubre alguna oveja enferma, etc. 

Algunos ejemplares no ladran instintivamente cuando están impacientes o descubren algo; a éstos hay que enseñarles a ladrar a la orden.

Para ello conviene aprovechar ciertas ocasiones. Así, al llevarle la comida, se imita el ladrido de un perro diciéndole: ”ladra” y se le da la comida en recompensa cuando haya ladrado. También se puede escoger el momento del paseo para hacer una falsa salida (ponerle el collar por ejemplo). En cuanto se ponga a ladrar de impaciencia se le ordena: “ladra”. Se le hace una caricia y se le lleva de paseo. Si no ladra se le excita imitando el ladrido de un perro. En todo caso se ha de ser muy paciente y hacerle ladrar hasta que lo haga a la orden sea cual sea el lugar.

Por: Erik Farina (Etólogo Canino)


Copyright © Por: Erik Farina - Psicolmascot 


lunes, 24 de febrero de 2020

Adiestramiento canino - El Perro Pastor - Capítulo 2

Erik Farina 2014
Capítulo 2

Después de los primeros ejercicios vienen las maniobras esenciales que el perro de pastor debe ejecutar a la perfección.

Reunir: 

Esta maniobra es sin duda la que más se pide, he aquí cómo se ha de ejecutar. Se lleva al perro con la correa de 5 a 15 metros cerca de las ovejas. Se le ordena varias veces: “Roc, derecha, trae” y después se le acompaña repitiendo la orden. Si el animal se muestra demasiado fogoso, se le frena con la correa diciéndole a menudo “Roc, despacio”.

En cuanto el rebaño se haya reagrupado lo suficiente, desde el sitio en que se esté, se para el perro con un enérgico: “Roc, quieto” y se le lleva al punto de partida: “Roc, aquí”. Después se hace que el perro ejecute el ejercicio sin correa, aprovechando el momento en que las ovejas estén bien agrupadas.

Retroceder: 

En cuanto el perro haya partido, se le frena con varios “Roc, despacio”. Si tiene tendencia a meterse en medio de las ovejas o a empujarlas demasiado, se le ordena: “Roc, atrás” y se interpone uno con los brazos y el bastón levantados entre el perro y las ovejas. Se le hace retroceder unos 15 metros. Se hace que se tumbe y después, alternativamente, se le hace avanzar 2 o 3 metros y tumbarse varias veces y se le para definitivamente a unos 5 metros del rebaño.

Después se vuelve a repetir el ejercicio según las circunstancias. La orden “Roc, atrás” debe ser enérgica, pues, por lo general, el perro que empuja las ovejas es vigoroso y pone todo su empeño en el trabajo; y esta actitud puede originar atropellos y molestias para el ganado que pace y, en todo caso, un desplazamiento demasiado rápido del rebaño.

Mantener Agrupado: 

Este ejercicio le permite al pastor vigilar de cerca un grupo de animales, y llegado el caso, coger una oveja para curarla. Cuando el perro haya agrupado el rebaño, no se le hace venir donde está uno. Se le ordena: “Roc, quieto ahí o tumbado”. Debe mantenerse a distancia del rebaño, atento para que no se muevan las ovejas.

En cuanto las ovejas están tranquilas, se le hace tumbarse; y después se le pone al trabajo de nuevo. En caso necesario, alternar varias veces el ejercicio de agrupamiento y el tumbarse. Para facilitar la inmovilización del rebaño, conviene utilizar al principio un ángulo del redil, el borde de un vallado o la orilla de un talud para que las ovejas no intenten escaparse. Así, el perro sólo tendrá que cuidar un semicírculo. Si no hay obstáculos, el perro estará en el lado opuesto al pastor.

Detener: 

Cuando el ganado vaya a cruzar la carretera, el perro debe poder pararlas, hacer que se queden quietas o que retrocedan. En el desplazamiento por un camino bordeado de vallas o cercas, haga que se paren las ovejas ordenando al perro: “Roc, quieto”; después se le incita a que detenga e inmovilice el rebaño durante unos instantes.

Se repite el ejercicio varias veces y después se hace que el perro lo haga solo mientras los dos van al mismo paso a uno de los lados del rebaño en marcha. En un momento dado se le ordena “Roc, quieto” al mismo tiempo que uno se va hacia adelante rápidamente. Incluso se le puede incitar al perro a que se muestre agresivo procurando en todo caso que no muerda. Con las ovejas paradas se le ordena: “Roc, quieto”.

Liberar el Paso: 

Para eso basta con un “Roc, aquí” para hacer que venga el perro y mantenerlo al lado de uno, o dejarle que se adelante unos pasos poniéndose a la altura de las primeras ovejas, sin adelantarlas.

Hacer Retroceder las Ovejas

Esperar a que las ovejas están tranquilas y no se empujen unas a otras. Quedarse detrás del rebaño, y después llamar a las ovejas al mismo tiempo que se le ordena al perro: “Roc, empuja”. 

Se repite la orden incitando al perro a echar hacia atrás al grupo de cabeza (empujando con el hocico y ladrando) y a quedarse después delante del rebaño hasta que éste se vuelva atrás. Entonces, el perro se pondrá a un lado o de nuevo en cabeza del rebaño con el pastor.

Separación de un Rebaño: Se trata de un ejercicio de final de adiestramiento pues esta maniobra es contraria al instinto del perro, y por lo demás, le está prohibida normalmente. Sin embargo, tal maniobra es necesaria cuando se quiere atrapar un animal en medio de un gran rebaño.

Para empezar, se despliega el rebaño, tras lo cual uno lo bordea por un lado y el perro por el otro, procurando que siempre vaya “de frente” con respecto a uno. Cuando las ovejas se separan un poco dejando espacio, se llama al asistente: “Roc, aquí”. Su paso terminará la separación.

Hacer Presa Sin Morder

Un perro de pastor que muerde sin necesidad es perjudicial pero el que es tímido y nunca acosa al ganado resulta ineficaz en muchas circunstancias; por ejemplo, cuando se trata de canalizar el rebaño por un paso estrecho entre cultivos que se pueden estropear, o de pasar al lado de un rebaño de moruecos, etc.. Lo indicado entonces es un golpe con la boca sin apretar ni morder, sólo cuando sea necesario o se le ordena al perro.

¿Donde se debe hacer la presa?

-En el cuello: este ejercicio se puede practicar con ovejas adultas si el perro aprieta demasiado; esa presa puede dejar marcas en las ovejas equilibradas.

-En los corvejones: ésta es la presa que se recomienda, y debe hacerse rozando con el hocico para que no se dañe la ubre de la oveja ni la cola cuando sea larga.

-Zonas del cuerpo que el perro no debe pellizcar ni morder: -La parte inferior del hombro pues se podría desprender, la cabeza, las orejas y la pierna.

Cómo enseñar al perro esa práctica:

-Este ejercicio, que se ha de realizar sólo con perros que se dominan bien, no debe hacerse a diario ni con las mismas ovejas cada vez.

-Se utiliza una oveja, sujeta por un ayudante que protege las zonas que no se pueden tocar. Al perro sujeto por la correa se le excita literalmente para que agarre la oveja, se le deja que haga una presa suave en el lugar permitido, y se le detiene con un enérgico “quieto ya”. Repetir el ejercicio con el perro sujeto por la correa en una correa de unos 15 m en el que se habrán metido 5 o 6 ovejas grandes que se muevan. Entonces se trata de dominar al perro autorizándole a hacer presa sólo en el lugar que se le indique. Y enseguida se le hace soltarla. Hay que recompensarlo cuando lo hace bien.

Continua capítulo 3


Por: Erik Farina (Etólogo Canino)

Copyright © Por: Erik Farina - Psicolmascot

sábado, 22 de febrero de 2020

Adiestramiento canino - El Perro Pastor - Capítulo 1

Erik Farina 2014

Este artículo consta de 3 capítulos. 

Capítulo 1

Resulta muy interesante observar cómo el perro se ocupa de sus ovejas. Esa aptitud posiblemente sea natural, pero lo cierto es que el perro de pastor no se adiestra solo.

En la actualidad, el auxiliar del pastor ya no se ocupa de proteger el rebaño contra los lobos ni mucho menos es un perro de caza ocasional. Actualmente se ha convertido en un vigilante adaptado a los diferentes métodos de la ganadería.

El adiestramiento del perro es una tarea delicada que exige por parte del ganadero un perfecto dominio técnico y un buen conocimiento de la progresión que se ha de realizar. También se necesita una gran afinidad y una confianza total entre perro y su amo. Todo este adiestramiento esta indicado para la ganadería ovina y caprina.

Primera Educación

Los ejercicios de obediencia conciernen a todos los perros, ya estén destinados a la guarda, la caza, el rebaño o la compañía; el trabajo futuro dependerá de esos ejercicios. Recordaremos aquí diferentes fases del adiestramiento, que se inicia a la edad de tres meses: la llamada, el porte del collar y la costumbre de la correa, la conducción al lado, sentado, tumbado, en pie, quieto, quieto aquí.

Aunque el adiestramiento con rebaño no se iniciará hasta los ocho o nueve meses, será conveniente que el futuro perro de pastor tome contacto con las ovejas o las cabras lo más pronto posible. Así, se llevará a hacer paseos cotidianos cogido de una correa de 5 a 10 metros. Habrá que evitar por encima de todo que le ataque a una oveja para proteger su cordero. Según sea su carácter, se le animará a que se acerque al rebaño o, por el contrario, se le frenará haciéndole rodear los animales sin que intente perseguirlos.

Más adelante, se le dejará suelto para que le dé la vuelta al prado, primero con el adiestrador y después solo a la orden “Roc, da la vuelta”. Si se produce algún incidente o si las ovejas se espantan, se ordenará inmediatamente al perro, quieto y tumbarse.

El Adiestramiento al Rebaño

Ya sean los rebaños grandes o pequeños, trashumen en la montaña, pasten en zonas de cultivo o vivan en recintos cerrados, siempre hay ocasiones en que el perro resulta ser un auxiliar no sólo valioso sino hasta indispensable: vigilancia en pastos extensos de relieve accidentado o que presentan una densa vegetación, salidas y entradas del redil, desplazamientos por caminos y carreteras, búsqueda de ovejas aisladas o enfermas, de corderos atontados, agrupamiento para escoger, capturar o tratar animales.

En llano, es corriente utilizar dos perro: uno llamado perro rodeo o perro de orilla o de lado, que debido a su carácter más independiente y al adiestramiento recibido, trabaja sólo guardando uno o dos lados del terreno de pasto, en el lado opuesto al pastor; el otro perro llamado, perro de pie o de mano, más joven y menos resistente, y sobre todo de carácter más flexible, se queda junto al amo para guardar los otros lados.

Adelante y a la Derecha, A la Izquierda

Éstos son los dos primeros ejercicios que habrá de ejecutar el futuro perro de pastor con vistas a su trabajo con el rebaño.

A la orden “Roc, Adelante”, se dan algunos pasos hacia delante mostrando al perro la dirección con el brazo. Si hace falta, lleve un ayudante que se colocará a cierta distancia y llamará al perro en el momento de la orden. Cuando el perro haya llegado junto al ayudante, no le deje jugar y llámalo enseguida con las siguientes palabras “Roc, aquí”.

Así se le ordenará al perro que vuelva a empezar el mismo ejercicio, y después se le recompensará. A continuación se le hará actuar solo y cada vez más lejos, de manera que se le pueda utilizar en búsquedas y exploraciones.

Sea cual sea la posición del perro con relación al amo y al rebaño, la izquierda corresponderá siempre al sentido de la rotación del sol o de las agujas de un reloj y la derecha al sentido contrario.

El perro “de Pie” o “Sentado” va cogido de una correa larga. Cuando se le ordene “Roc, a la Izquierda” o “Roc, a la Derecha”, desplácese ligeramente en la dirección escogida ejerciendo una pequeña tracción sobre la correa. Aprovéchese de un desplazamiento instintivo para dar la orden correspondiente: “Roc, a la Derecha” o “Roc, a la Izquierda”.

Cuando el perro ya sepa ejecutar “Adelante”, “A la Derecha”, “A la Izquierda”, “Quieto”, se le pondrá enseñar a darle la vuelta al rebaño, a cambiar de lado en carreteras y en caminos, a explorar los pastos, etc..

Principios Básicos del Adiestramiento

-Antes de empezar la educación y adiestramiento del perro, estudie cuidadosamente su carácter con objeto de saber si habrá que tratarlo con la mayor suavidad posible o si habrá que hablarle con tono firme sin ser brusco en ningún caso.

-Ocúpese del perro cada mañana pero no más de quince minutos seguidos.

-No pase a la lección siguiente antes de que el perro haya comprometido perfectamente la anterior.

-Las órdenes de viva voz o con silbato, que se deberán asociar con movimientos del brazo, deberán ser siempre las mismas. Serán breves, pronunciadas claramente y siempre precedidas por el nombre del perro.

-Evite cualquier gesto inútil y brusco. El aprendizaje con silbato siempre va después de que el perro haya aprendido las órdenes con la voz.

Las Razas de Pastor

Es indispensable que el perro de pastor pertenezca a una raza “pastora”, pero también debe ser de una cepa “de trabajo”, es decir, que la mayoría de sus ascendientes hayan sido utilizados efectivamente con rebaños y que hayan dado pruebas de cualidades de trabajo.

El perro pastor habrá de poseer la aptitud pastora en su grado más alto y en particular una propensión natural a buscar el contacto con el rebaño, a rodearlo intentando agruparlo y a meter dentro de él a cualquier animal que se aleje, no mostrarse agresivo e intentar aislar un elemento del rebaño para morderlo. En el cuadro de la cinofilia, los perros de pastor se clasifican en el primer grupo.

Continua Capítulo 2


Por: Erik Farina (Etólogo Canino)

Copyright © Por: Erik Farina - Psicolmascot