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sábado, 26 de febrero de 2022

Los Perros De Trabajo como Mascota

 



A lo largo de la historia, los perros han realizado muy diversos trabajos para el hombre. Muchas razas incluidas en este grupo datan de los tiempos en que los perros se utilizan como guardianes de los asentamientos, animales de tiro o arma militar. Los molosos (antepasados del Mastín) llevan muchos milenios al servicio del hombre. Desde hace 10.000 años sus descendientes defienden nuestros rebaños de los osos y los lobos. Por su parte, los perros de pastor propiamente dichos son tan antiguos como la ganadería.


Los Subgrupos


La protección y conducción del ganado ovino y bovino ha producido tantas razas caninas y tanta especialización en las tareas que el 1 de Enero de 1999, en el Reino Unido, se decidió clasificar a los perros de pastor como un grupo independiente. Ya en 1983, el Kennel Club Americano había declarado independiente el subgrupo de los perros de pastor, que a su vez puede dividirse en muchas ramas como veremos después de mencionar algunos ejemplos de perros de trabajo no utilizados nunca en la protección del ganado o el pastoreo propiamente dicho.


Los Perros de Trabajo


Típico ejemplo de perro de trabajo es el de tiro, como los Husky Siberiano y los Alaska Malamute, que se utilizaban para arrastrar pesados cargamentos en trineo en condiciones de extrema peligrosidad. Menos típicos son los perros de pescador, como el Perro de Aguas Portugués, por ejemplo, que se utilizaba para recuperar las redes que los pescadores habían soltado al agua.


Otro tipo famoso son los perros San Bernardo, que buscaban a los viajeros perdidos entre la nieve y los reavivaba con el brandy que transportaba en el barrilito que llevaba colgado de cuello. Otros antiguos trabajos como la guarda y protección siguen acomodándose a los perros hoy en día; el Dobermann Pinscher, excelente perro guardián en el pasado, sigue desempeñando esas funciones con la misma eficacia en la actualidad.


Los Perros de Pastor


Las razas de los perros de pastor podrían dividirse en varios subgrupos, dependiendo de la tarea que tuviera que realizar (proteger o conducir el ganado) y del tipo de ganado que tuvieran a su cargo (ovejas o vacas), ya que ambos factores influyeron de forma decisiva en el aspecto y el carácter de los perros.


Los Boyeros, por ejemplo, conducían a las reses mordiendo en el calcañar a cualquiera que se quedase rezagada, por lo que a menudo eran cortos de patas, como el Corgi Galés, lo que les permitía esquivar mejor las coces. También debían traer de vuelta cualquier res despistada, y la iniciativa y autonomía necesarias para realizar estas tareas han marcado su carácter. Otros Boyeros notables son el Lancashire Heeler, el Boyero Australiano y el Vallhund Sueco.


Algunos perros de pastor descienden de primitivos ovejeros procedentes del norte o el este de Europa que originariamente trabajaron con renos. Entre los ovejeros habría que distinguir dos grandes grupos: los encargados de proteger a los rebaños de ladrones y fieras, y los pastores propiamente dichos.


Los primeros debían ser corpulentos y fuertes para enfrentarse a tan feroces predadores. Como a menudo trabajaban en zonas montañosas y agrestes, debían ser rústicos y poseer un pelaje a prueba de inclemencias, ya que el clima era extremadamente duro en cualquier época del año. Su autonomía con respecto al pastor los obligaba a tener iniciativa y a cumplir su cometido por puro instinto.


Otro rasgo importante de su carácter era la lealtad incondicional, ya que de lo contrario el hambre podría inducirlos a devorar el mismo ganado que estaban custodiando. Debían ser animales tan fiables que el ganadero pudiese dejar los rebaños a su cargo con la seguridad de que se dejarían morir de hambre antes de atacar a una de sus ovejas o corderos.


A diferencia de los perros protectores, los perros conductores o de pastor propiamente dichos trabajaban en estrecha colaboración con su amo, obedeciendo fielmente sus órdenes. A eso se debe que en la actualidad se identifiquen tanto con los propietarios y sientan un deseo natural de complacer. Por otra parte, debían ser menos rudos de modales que los Boyeros, ya que las ovejas no son ni tan duras ni tan fuertes como las vacas y un fuerte mordisco podía causarles verdaderas lesiones.


Algunos granjeros necesitaban perros de pastor que pudieran al mismo tiempo proteger los rebaños y cruzaron sus ovejeros con guardianes de ganado o Mastines para obtener pastores protectores. Muchas regiones desarrollaron a través de la historia el tipo de pastor que mejor se ajustaba a sus necesidades: Francia produjo, por ejemplo, el Pastor de Brie; Bélgica los cuatro Pastores Belgas; Alemania, el Pastor Alemán; Inglaterra, el Bobtail; Escocia, el Collie; las Islas Shetland, el Sheltie, por citar sólo algunos ejemplos.


Los Perros de Trabajo Como Mascota


Tanto los perros de pastor como los de trabajo propiamente dichos son con frecuencia corpulentos, fuertes y vigorosos, además de muy inteligentes. Todas estas virtudes juntas llegan a ser un problema, ya que realmente necesitan ejercitar sus músculos y su cerebro. Si no se canaliza de otro modo su talento, un perro de pastor puede acabar considerando a los ciclistas y las personas que corren en el parque como cabezas de ganado descarriadas y actuar en consecuencia.


En contrapartida, estos perros suelen identificarse plenamente con sus amos y ser sumamente leales. Muchas razas, sobre todo de ovejeros, descuellan de manera muy especial en los concursos de Agílity y obediencia.


Los perros de pastor y de trabajo también suelen tener el manto muy espeso, ya que con frecuencia trabajaban a la intemperie sufriendo toda clase de inclemencias, y su capa no da poco trabajo a sus propietarios actuales. Si usted se horroriza al ver huellas de patas por el suelo o pelos en la alfombra, tal vez no le convenga como mascota un perro de ninguna de estás razas.


Por: Erik Farina (Etólogo Canino)


PSICOLMASCOT


Contacto: psicolmascot@gmail.com


Copyright © Por: Erik Farina - Psicolmascot  

miércoles, 26 de febrero de 2020

Adiestramiento Canino - El Perro Pastor Capítulo 3

Erik Farina 2014

El aprendizaje del oficio de pastor exige que el perro preste mucha atención. Después del esfuerzo llegará la recompensa y el descanso merecidos.

Manipulaciones

En las manipulaciones en el redil de selección hay dos ejercicios que el perro debe hacer para ser útil.

Saltar Barreras

Para enseñarle a saltar, se lleva al perro con la correa cerca de la cerca de una barrera de 0,50 a 0,60 cm de altura; cuando estén a unos 2 metros de la barrera, se paran y a la orden de “Roc, salta”, los dos franquean el obstáculo en un sentido y después en el otro. En cuanto el perro haya conseguido saltar sin valerse de las patas delanteras, se aumente la altura progresivamente hasta 1 metro.

Cuando el perro haya comprendido, se hace que se tumbe a unos 2 metros y que se quede así. Se le pone con la correa alargada y se le lleva cerca de la barrera y se le hace saltar a la orden “Roc, salta”. En cuanto ejecute bien el ejercicio en los dos sentidos, se le hace repetirlo sin correa.

Subirse a la espalda de las Ovejas agrupadas

Esta maniobra permite tanto el paso del rebaño por un lugar estrecho actuado sobre los animales en cabeza como frenar el impulso demasiado fuerte tomado en una dirección no deseada.

Para enseñar este delicado ejercicio, se entra en un pasillo de selección situado, a ser posible, contra una pared y se agrupan las ovejas. Se lleva el perro por la correa y sin forzarlo se le pone encima de la espalda de las ovejas apretadas unas contra otras procurando que no se caiga entre las ovejas.

Se le ayuda a que se sienta seguro y se le anima a que ande por encima de ese substrato extraño procurando que no toque el suelo, pues se expondría a que lo pisaran. No debe descender más que para subir sobre otro grupo o colocarse al final del pasillo, detrás, de manera que el conjunto del rebaño pase por el postigo controlado por el pastor.

Fin del Trabajo

Una vez ejecutada la orden, y si ya no es necesaria la presencia del perro cerca de las ovejas, conviene decirle que el trabajo se ha terminado. Utilizar siempre la misma palabra para que no la confunda con las órdenes que se dan en los ejercicios. Decirle, por ejemplo, “Roc, se acabó”, hacer que se acerque y halagarle. Comprenderá, se relajará y se tomará un bien merecido descanso.

El Ladrido

Con el rebaño, el perro debe trabajar en silencio para no espantar las ovejas. Pero hay circunstancias en las que es útil que ladre, como cuando hay ciertas ovejas que le plantan cara, o se niegan a pasar por un paso estrecho, o cuando se descubre alguna oveja enferma, etc. 

Algunos ejemplares no ladran instintivamente cuando están impacientes o descubren algo; a éstos hay que enseñarles a ladrar a la orden.

Para ello conviene aprovechar ciertas ocasiones. Así, al llevarle la comida, se imita el ladrido de un perro diciéndole: ”ladra” y se le da la comida en recompensa cuando haya ladrado. También se puede escoger el momento del paseo para hacer una falsa salida (ponerle el collar por ejemplo). En cuanto se ponga a ladrar de impaciencia se le ordena: “ladra”. Se le hace una caricia y se le lleva de paseo. Si no ladra se le excita imitando el ladrido de un perro. En todo caso se ha de ser muy paciente y hacerle ladrar hasta que lo haga a la orden sea cual sea el lugar.

Por: Erik Farina (Etólogo Canino)


Copyright © Por: Erik Farina - Psicolmascot 


lunes, 24 de febrero de 2020

Adiestramiento canino - El Perro Pastor - Capítulo 2

Erik Farina 2014
Capítulo 2

Después de los primeros ejercicios vienen las maniobras esenciales que el perro de pastor debe ejecutar a la perfección.

Reunir: 

Esta maniobra es sin duda la que más se pide, he aquí cómo se ha de ejecutar. Se lleva al perro con la correa de 5 a 15 metros cerca de las ovejas. Se le ordena varias veces: “Roc, derecha, trae” y después se le acompaña repitiendo la orden. Si el animal se muestra demasiado fogoso, se le frena con la correa diciéndole a menudo “Roc, despacio”.

En cuanto el rebaño se haya reagrupado lo suficiente, desde el sitio en que se esté, se para el perro con un enérgico: “Roc, quieto” y se le lleva al punto de partida: “Roc, aquí”. Después se hace que el perro ejecute el ejercicio sin correa, aprovechando el momento en que las ovejas estén bien agrupadas.

Retroceder: 

En cuanto el perro haya partido, se le frena con varios “Roc, despacio”. Si tiene tendencia a meterse en medio de las ovejas o a empujarlas demasiado, se le ordena: “Roc, atrás” y se interpone uno con los brazos y el bastón levantados entre el perro y las ovejas. Se le hace retroceder unos 15 metros. Se hace que se tumbe y después, alternativamente, se le hace avanzar 2 o 3 metros y tumbarse varias veces y se le para definitivamente a unos 5 metros del rebaño.

Después se vuelve a repetir el ejercicio según las circunstancias. La orden “Roc, atrás” debe ser enérgica, pues, por lo general, el perro que empuja las ovejas es vigoroso y pone todo su empeño en el trabajo; y esta actitud puede originar atropellos y molestias para el ganado que pace y, en todo caso, un desplazamiento demasiado rápido del rebaño.

Mantener Agrupado: 

Este ejercicio le permite al pastor vigilar de cerca un grupo de animales, y llegado el caso, coger una oveja para curarla. Cuando el perro haya agrupado el rebaño, no se le hace venir donde está uno. Se le ordena: “Roc, quieto ahí o tumbado”. Debe mantenerse a distancia del rebaño, atento para que no se muevan las ovejas.

En cuanto las ovejas están tranquilas, se le hace tumbarse; y después se le pone al trabajo de nuevo. En caso necesario, alternar varias veces el ejercicio de agrupamiento y el tumbarse. Para facilitar la inmovilización del rebaño, conviene utilizar al principio un ángulo del redil, el borde de un vallado o la orilla de un talud para que las ovejas no intenten escaparse. Así, el perro sólo tendrá que cuidar un semicírculo. Si no hay obstáculos, el perro estará en el lado opuesto al pastor.

Detener: 

Cuando el ganado vaya a cruzar la carretera, el perro debe poder pararlas, hacer que se queden quietas o que retrocedan. En el desplazamiento por un camino bordeado de vallas o cercas, haga que se paren las ovejas ordenando al perro: “Roc, quieto”; después se le incita a que detenga e inmovilice el rebaño durante unos instantes.

Se repite el ejercicio varias veces y después se hace que el perro lo haga solo mientras los dos van al mismo paso a uno de los lados del rebaño en marcha. En un momento dado se le ordena “Roc, quieto” al mismo tiempo que uno se va hacia adelante rápidamente. Incluso se le puede incitar al perro a que se muestre agresivo procurando en todo caso que no muerda. Con las ovejas paradas se le ordena: “Roc, quieto”.

Liberar el Paso: 

Para eso basta con un “Roc, aquí” para hacer que venga el perro y mantenerlo al lado de uno, o dejarle que se adelante unos pasos poniéndose a la altura de las primeras ovejas, sin adelantarlas.

Hacer Retroceder las Ovejas

Esperar a que las ovejas están tranquilas y no se empujen unas a otras. Quedarse detrás del rebaño, y después llamar a las ovejas al mismo tiempo que se le ordena al perro: “Roc, empuja”. 

Se repite la orden incitando al perro a echar hacia atrás al grupo de cabeza (empujando con el hocico y ladrando) y a quedarse después delante del rebaño hasta que éste se vuelva atrás. Entonces, el perro se pondrá a un lado o de nuevo en cabeza del rebaño con el pastor.

Separación de un Rebaño: Se trata de un ejercicio de final de adiestramiento pues esta maniobra es contraria al instinto del perro, y por lo demás, le está prohibida normalmente. Sin embargo, tal maniobra es necesaria cuando se quiere atrapar un animal en medio de un gran rebaño.

Para empezar, se despliega el rebaño, tras lo cual uno lo bordea por un lado y el perro por el otro, procurando que siempre vaya “de frente” con respecto a uno. Cuando las ovejas se separan un poco dejando espacio, se llama al asistente: “Roc, aquí”. Su paso terminará la separación.

Hacer Presa Sin Morder

Un perro de pastor que muerde sin necesidad es perjudicial pero el que es tímido y nunca acosa al ganado resulta ineficaz en muchas circunstancias; por ejemplo, cuando se trata de canalizar el rebaño por un paso estrecho entre cultivos que se pueden estropear, o de pasar al lado de un rebaño de moruecos, etc.. Lo indicado entonces es un golpe con la boca sin apretar ni morder, sólo cuando sea necesario o se le ordena al perro.

¿Donde se debe hacer la presa?

-En el cuello: este ejercicio se puede practicar con ovejas adultas si el perro aprieta demasiado; esa presa puede dejar marcas en las ovejas equilibradas.

-En los corvejones: ésta es la presa que se recomienda, y debe hacerse rozando con el hocico para que no se dañe la ubre de la oveja ni la cola cuando sea larga.

-Zonas del cuerpo que el perro no debe pellizcar ni morder: -La parte inferior del hombro pues se podría desprender, la cabeza, las orejas y la pierna.

Cómo enseñar al perro esa práctica:

-Este ejercicio, que se ha de realizar sólo con perros que se dominan bien, no debe hacerse a diario ni con las mismas ovejas cada vez.

-Se utiliza una oveja, sujeta por un ayudante que protege las zonas que no se pueden tocar. Al perro sujeto por la correa se le excita literalmente para que agarre la oveja, se le deja que haga una presa suave en el lugar permitido, y se le detiene con un enérgico “quieto ya”. Repetir el ejercicio con el perro sujeto por la correa en una correa de unos 15 m en el que se habrán metido 5 o 6 ovejas grandes que se muevan. Entonces se trata de dominar al perro autorizándole a hacer presa sólo en el lugar que se le indique. Y enseguida se le hace soltarla. Hay que recompensarlo cuando lo hace bien.

Continua capítulo 3


Por: Erik Farina (Etólogo Canino)

Copyright © Por: Erik Farina - Psicolmascot

sábado, 22 de febrero de 2020

Adiestramiento canino - El Perro Pastor - Capítulo 1

Erik Farina 2014

Este artículo consta de 3 capítulos. 

Capítulo 1

Resulta muy interesante observar cómo el perro se ocupa de sus ovejas. Esa aptitud posiblemente sea natural, pero lo cierto es que el perro de pastor no se adiestra solo.

En la actualidad, el auxiliar del pastor ya no se ocupa de proteger el rebaño contra los lobos ni mucho menos es un perro de caza ocasional. Actualmente se ha convertido en un vigilante adaptado a los diferentes métodos de la ganadería.

El adiestramiento del perro es una tarea delicada que exige por parte del ganadero un perfecto dominio técnico y un buen conocimiento de la progresión que se ha de realizar. También se necesita una gran afinidad y una confianza total entre perro y su amo. Todo este adiestramiento esta indicado para la ganadería ovina y caprina.

Primera Educación

Los ejercicios de obediencia conciernen a todos los perros, ya estén destinados a la guarda, la caza, el rebaño o la compañía; el trabajo futuro dependerá de esos ejercicios. Recordaremos aquí diferentes fases del adiestramiento, que se inicia a la edad de tres meses: la llamada, el porte del collar y la costumbre de la correa, la conducción al lado, sentado, tumbado, en pie, quieto, quieto aquí.

Aunque el adiestramiento con rebaño no se iniciará hasta los ocho o nueve meses, será conveniente que el futuro perro de pastor tome contacto con las ovejas o las cabras lo más pronto posible. Así, se llevará a hacer paseos cotidianos cogido de una correa de 5 a 10 metros. Habrá que evitar por encima de todo que le ataque a una oveja para proteger su cordero. Según sea su carácter, se le animará a que se acerque al rebaño o, por el contrario, se le frenará haciéndole rodear los animales sin que intente perseguirlos.

Más adelante, se le dejará suelto para que le dé la vuelta al prado, primero con el adiestrador y después solo a la orden “Roc, da la vuelta”. Si se produce algún incidente o si las ovejas se espantan, se ordenará inmediatamente al perro, quieto y tumbarse.

El Adiestramiento al Rebaño

Ya sean los rebaños grandes o pequeños, trashumen en la montaña, pasten en zonas de cultivo o vivan en recintos cerrados, siempre hay ocasiones en que el perro resulta ser un auxiliar no sólo valioso sino hasta indispensable: vigilancia en pastos extensos de relieve accidentado o que presentan una densa vegetación, salidas y entradas del redil, desplazamientos por caminos y carreteras, búsqueda de ovejas aisladas o enfermas, de corderos atontados, agrupamiento para escoger, capturar o tratar animales.

En llano, es corriente utilizar dos perro: uno llamado perro rodeo o perro de orilla o de lado, que debido a su carácter más independiente y al adiestramiento recibido, trabaja sólo guardando uno o dos lados del terreno de pasto, en el lado opuesto al pastor; el otro perro llamado, perro de pie o de mano, más joven y menos resistente, y sobre todo de carácter más flexible, se queda junto al amo para guardar los otros lados.

Adelante y a la Derecha, A la Izquierda

Éstos son los dos primeros ejercicios que habrá de ejecutar el futuro perro de pastor con vistas a su trabajo con el rebaño.

A la orden “Roc, Adelante”, se dan algunos pasos hacia delante mostrando al perro la dirección con el brazo. Si hace falta, lleve un ayudante que se colocará a cierta distancia y llamará al perro en el momento de la orden. Cuando el perro haya llegado junto al ayudante, no le deje jugar y llámalo enseguida con las siguientes palabras “Roc, aquí”.

Así se le ordenará al perro que vuelva a empezar el mismo ejercicio, y después se le recompensará. A continuación se le hará actuar solo y cada vez más lejos, de manera que se le pueda utilizar en búsquedas y exploraciones.

Sea cual sea la posición del perro con relación al amo y al rebaño, la izquierda corresponderá siempre al sentido de la rotación del sol o de las agujas de un reloj y la derecha al sentido contrario.

El perro “de Pie” o “Sentado” va cogido de una correa larga. Cuando se le ordene “Roc, a la Izquierda” o “Roc, a la Derecha”, desplácese ligeramente en la dirección escogida ejerciendo una pequeña tracción sobre la correa. Aprovéchese de un desplazamiento instintivo para dar la orden correspondiente: “Roc, a la Derecha” o “Roc, a la Izquierda”.

Cuando el perro ya sepa ejecutar “Adelante”, “A la Derecha”, “A la Izquierda”, “Quieto”, se le pondrá enseñar a darle la vuelta al rebaño, a cambiar de lado en carreteras y en caminos, a explorar los pastos, etc..

Principios Básicos del Adiestramiento

-Antes de empezar la educación y adiestramiento del perro, estudie cuidadosamente su carácter con objeto de saber si habrá que tratarlo con la mayor suavidad posible o si habrá que hablarle con tono firme sin ser brusco en ningún caso.

-Ocúpese del perro cada mañana pero no más de quince minutos seguidos.

-No pase a la lección siguiente antes de que el perro haya comprometido perfectamente la anterior.

-Las órdenes de viva voz o con silbato, que se deberán asociar con movimientos del brazo, deberán ser siempre las mismas. Serán breves, pronunciadas claramente y siempre precedidas por el nombre del perro.

-Evite cualquier gesto inútil y brusco. El aprendizaje con silbato siempre va después de que el perro haya aprendido las órdenes con la voz.

Las Razas de Pastor

Es indispensable que el perro de pastor pertenezca a una raza “pastora”, pero también debe ser de una cepa “de trabajo”, es decir, que la mayoría de sus ascendientes hayan sido utilizados efectivamente con rebaños y que hayan dado pruebas de cualidades de trabajo.

El perro pastor habrá de poseer la aptitud pastora en su grado más alto y en particular una propensión natural a buscar el contacto con el rebaño, a rodearlo intentando agruparlo y a meter dentro de él a cualquier animal que se aleje, no mostrarse agresivo e intentar aislar un elemento del rebaño para morderlo. En el cuadro de la cinofilia, los perros de pastor se clasifican en el primer grupo.

Continua Capítulo 2


Por: Erik Farina (Etólogo Canino)

Copyright © Por: Erik Farina - Psicolmascot

domingo, 12 de enero de 2020

El Perro de trabajo, el Perro Pastor

Erik Farina 2014
A lo largo de la historia, los perros han realizado muy diversos trabajos para el hombre. Muchas razas incluidas en este grupo datan de los tiempos en que los perros se utilizan como guardianes de los asentamientos, animales de tiro o arma militar. Los molosos (antepasados del Mastín) llevan muchos milenios al servicio del hombre. Desde hace 10.000 años sus descendientes defienden nuestros rebaños de los osos y los lobos. Por su parte, los perros de pastor propiamente dichos son tan antiguos como la ganadería.

Los Subgrupos

La protección y conducción del ganado ovino y bovino ha producido tantas razas caninas y tanta especialización en las tareas que el 1 de Enero de 1999, en el Reino Unido, se decidió clasificar a los perros de pastor como un grupo independiente. Ya en 1983, el Kennel Club Americano había declarado independiente el subgrupo de los perros de pastor, que a su vez puede dividirse en muchas ramas como veremos después de mencionar algunos ejemplos de perros de trabajo no utilizados nunca en la protección del ganado o el pastoreo propiamente dicho.

Los Perros de Trabajo

Típico ejemplo de perro de trabajo es el de tiro, como los Husky Siberiano y los Alaska Malamute, que se utilizaban para arrastrar pesados cargamentos en trineo en condiciones de extrema peligrosidad. Menos típicos son los perros del pescador, como el Labrador, por ejemplo, que se utilizaba para recuperar las redes que los pescadores habían soltado al agua.

Otro tipo famoso son los perros San Bernardo, que buscaban a los viajeros perdidos entre la nieve y los reavivaba con el brandy que transportaba en el barrilito que llevaba colgado de cuello. Otros antiguos trabajos como la guarda y protección siguen acomodándose a los perros hoy en día; el Dobermann excelente perro guardián en el pasado, sigue desempeñando esas funciones con la misma eficacia en la actualidad.

El Perro Pastor

Las razas de los perros de pastor podrían dividirse en varios subgrupos, dependiendo de la tarea que tuviera que realizar (proteger o conducir el ganado) y del tipo de ganado que tuvieran a su cargo (ovejas o vacas), ya que ambos factores influyeron de forma decisiva en el aspecto y el carácter de los perros.

Los Boyeros, por ejemplo, conducían a las reses mordiendo en el calcañar a cualquiera que se quedase rezagada, por lo que a menudo eran cortos de patas, como el Corgi Galés, lo que les permitía esquivar mejor las coces. También debían traer de vuelta cualquier res despistada, y la iniciativa y autonomía necesarias para realizar estas tareas han marcado su carácter. Otros Boyeros notables son el Lancashire Heeler, el Boyero Australiano y el Vallhund Sueco.

Algunos perros de pastor descienden de primitivos ovejeros procedentes del norte o el este de Europa que originariamente trabajaron con renos. Entre los ovejeros habría que distinguir dos grandes grupos: los encargados de proteger a los rebaños de ladrones y fieras, y los pastores propiamente dichos.



Los primeros debían ser corpulentos y fuertes para enfrentarse a tan feroces predadores. Como a menudo trabajaban en zonas montañosas y agrestes, debían ser rústicos y poseer un pelaje a prueba de inclemencias, ya que el clima era extremadamente duro en cualquier época del año. Su autonomía con respecto al pastor los obligaba a tener iniciativa y a cumplir su cometido por puro instinto.

Otro rasgo importante de su carácter era la lealtad incondicional, ya que de lo contrario el hambre podría inducirlos a devorar el mismo ganado que estaban custodiando. Debían ser animales tan fiables que el ganadero pudiese dejar los rebaños a su cargo con la seguridad de que se dejarían morir de hambre antes de atacar a una de sus ovejas o corderos.

A diferencia de los perros protectores, los perros conductores o de pastor propiamente dichos trabajaban en estrecha colaboración con su amo, obedeciendo fielmente sus órdenes. A eso se debe que en la actualidad se identifiquen tanto con los propietarios y sientan un deseo natural de complacer. Por otra parte, debían ser menos rudos de modales que los Boyeros, ya que las ovejas no son ni tan duras ni tan fuertes como las vacas y un fuerte mordisco podía causarles verdaderas lesiones.

Algunos granjeros necesitaban perros de pastor que pudieran al mismo tiempo proteger los rebaños y cruzaron sus ovejeros con guardianes de ganado o Mastines para obtener pastores protectores. Muchas regiones desarrollaron a través de la historia el tipo de pastor que mejor se ajustaba a sus necesidades, por citar sólo algunos ejemplos; Francia produjo, por ejemplo el Pastor de Brie, Bélgica los cuatro Pastores Belgas, Alemania el Pastor Alemán, Inglaterra el Bobtail, Escocia el Collie y las Islas Shetland el Sheltie.

El Perro Pastor Como Mascota

Tanto los perros de pastor como los de trabajo propiamente dichos son con frecuencia corpulentos, fuertes y vigorosos, además de muy inteligentes. Todas estas virtudes juntas llegan a ser un problema, ya que realmente necesitan ejercitar sus músculos y su cerebro. Si no se canaliza de otro modo su talento, un perro de pastor puede acabar considerando a los ciclistas y las personas que corren en el parque como cabezas de ganado descarriadas y actuar en consecuencia.

En contrapartida, estos perros suelen identificarse plenamente con sus amos y ser sumamente leales. Muchas razas, sobre todo de ovejeros, destacan de manera muy especial en los concursos de Agility y obediencia.

Los perros de pastor y de trabajo también suelen tener el manto muy espeso, ya que con frecuencia trabajaban a la intemperie sufriendo toda clase de inclemencias, y su capa no da poco trabajo a sus propietarios actuales. Si usted se horroriza al ver huellas de patas por el suelo o pelos en la alfombra, tal vez no le convenga como mascota un perro de ninguna de estás razas.


Por: Erik Farina (Etólogo Canino)




Copyright © Por: Erik Farina - Psicolmascot

sábado, 23 de agosto de 2014

El valor de un perro de trabajo cuantificado

Un equipo de la Universidad de la facultad de veterinaria de Sydney ha conseguido calcular el reingreso de la inversión de los perros de trabajo.

A la luz de los miles de dólares que puede costar el comprar un perro de trabajo, el tema estaba oportuno para la investigación. Respondiendo a la llamada, el equipo de investigación descubrió que el promedio del perro de granja proporciona aproximadamente cinco veces el reingreso de la inversión.

El proyecto de investigación se llevó a cabo de forma conjunta entre los grupos de investigación universitarios y de granja, incluyendo la Asociación del Oeste del perro Pastor Australiano de trabajo, y la Alianza de Perros de Trabajo.

Se encontró que mientras que el costo de la compra de un perro de trabajo es un promedio de $ 8.000, el valor del trabajo que realizan está en el puesto un promedio de $ 40.000.

Sin embargo, la investigación está en curso, y no sólo por el dinero. También tiene como objetivo identificar los tipos de características más buscadas en un perro de granja, con el objetivo de facilitar a los agricultores elegir un socio para ayudarles en los corrales, el galpón de esquila y cuando reunirlos en el corral.

Por: Stephanie Z.

Copyright © Psicolmascot. Por: Erik Farina (Psicólogo Canino, Especialista en Comportamiento Canino)

martes, 26 de noviembre de 2013

Los Perros de Guarda Reducen la Muerte de las Especies Amenazadas

Una Investigación de la Universidad de Kent, ha revelado que los perros de guarda pueden reducir significativamente los conflictos entre la ganadería y los grandes carnívoros, como los Guepardos o los Leopardos, ayudando a reducir la matanza injustificada de las especies en peligro de extinción en África del Sur.

En un artículo publicado en el Boletín de Sociedad y Fauna Silvestre, titulado “Eficacia de Protección de los Perros Percibida en la Ganadería de Sudáfrica: Implicaciones para la Conservación del Guepardo", investigadores de la Universidad de la Facultad de Antropología y Conservación, estudiaron el efecto que los perros de guarda tienen sobre la protección de los animales de granja a través de África del Sur.

La investigación reveló que los perros que cuidan del ganado eliminan las pérdidas del ganado de los depredadores en el 91% de las granjas estudiadas, cada agricultor ahorra más de $ 3,000 por año debido a la reducción del ganado muerto.

El equipo también investigó a los agricultores que tienen tolerancia hacia los Guepardos itinerantes de su tierra cuando tienen presente un perro de guarda. Ellos encontraron que los agricultores eran notablemente más tolerantes de los depredadores, lo que resulta en una mayor prevalencia de Guepardos y otros depredadores en sus tierras en comparación con los agricultores que no tienen perros guardando el ganado.

Nikki Rust, de la Universidad de Durrell Instituto de Conservación y Ecología (DICE), dijo: "Esta investigación ha demostrado por primera vez que el ganado que guardan los perros puede utilizarse con éxito en Sudáfrica para proteger al ganado de los ataques de los depredadores tan grandes como los Leopardos o pequeños como los Chacales.

Esta es la verdadera solución beneficiosa para reducir el conflicto entre el ganado y los depredadores, ya que casi elimina las pérdidas del ganado de los depredadores, ahorrando al agricultor una gran cantidad de dinero, mientras que el aumento de la tolerancia de los depredadores de los agricultores, lo que reduce la posibilidad de utilizar el control letal en los carnívoros amenazados.

El Profesor Douglas Macmillan del “DICE” ha añadido: “ La matanza en represalia por los agricultores es una gran amenaza para la supervivencia de muchas especies de los grandes carnívoros. Este estudio muestra que la muerte del ganado se pueden evitar mediante el despliegue de perros altamente entrenados, y estoy seguro de que hay muchas situaciones similares en todo el mundo en el que estos perros pueden marcar una gran diferencia a las posibilidades de supervivencia de los grandes carnívoros.

Por: Erik Farina (Etólogo Canino)

Copyright © Por: Erik Farina - Psicolmascot 

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jueves, 26 de septiembre de 2013

El Adiestramiento del Perro Pastor – 3

El aprendizaje del oficio de pastor exige que el perro preste mucha atención. Después del esfuerzo llegará la recompensa y el descanso merecidos.


Manipulaciones


En las manipulaciones en el redil de selección hay dos ejercicios que el perro debe hacer para ser útil.


Saltar Barreras


Para enseñarle a saltar, se lleva al perro con la correa cerca de la cerca de una barrera de 0,50 a 0,60 cm de altura; cuando estén a unos 2 metros de la barrera, se paran y a la orden de “Roc, salta”, los dos franquean el obstáculo en un sentido y después en el otro. En cuanto el perro haya conseguido saltar sin valerse de las patas delanteras, se aumente la altura progresivamente hasta 1 metro.


Cuando el perro haya comprendido, se hace que se tumbe a unos 2 metros y que se quede así. Se le pone con la correa alargada y se le lleva cerca de la barrera y se le hace saltar a la orden “Roc, salta”. En cuanto ejecute bien el ejercicio en los dos sentidos, se le hace repetirlo sin correa.

Subirse a la espalda de las Ovejas agrupadas


Esta maniobra permite tanto el paso del rebaño por un lugar estrecho actuado sobre los animales en cabeza como frenar el impulso demasiado fuerte tomado en una dirección no deseada.


Para enseñar este delicado ejercicio, se entra en un pasillo de selección situado, a ser posible, contra una pared y se agrupan las ovejas. Se lleva el perro por la correa y sin forzarlo se le pone encima de la espalda de las ovejas apretadas unas contra otras procurando que no se caiga entre las ovejas.


Se le ayuda a que se sienta seguro y se le anima a que ande por encima de ese substrato extraño procurando que no toque el suelo, pues se expondría a que lo pisaran. No debe descender más que para subir sobre otro grupo o colocarse al final del pasillo, detrás, de manera que el conjunto del rebaño pase por el postigo controlado por el pastor.


Fin del Trabajo


Una vez ejecutada la orden, y si ya no es necesaria la presencia del perro cerca de las ovejas, conviene decirle que el trabajo se ha terminado. Utilizar siempre la misma palabra para que no la confunda con las órdenes que se dan en los ejercicios. Decirle, por ejemplo, “Roc, se acabó”, hacer que se acerque y halagarle. Comprenderá, se relajará y se tomará un bien merecido descanso.

El Ladrido


Con el rebaño, el perro debe trabajar en silencio para no espantar las ovejas. Pero hay circunstancias en las que es útil que ladre, como cuando hay ciertas ovejas que le plantan cara, o se niegan a pasar por un paso estrecho, o cuando se descubre alguna oveja enferma, etc. 

Algunos ejemplares no ladran instintivamente cuando están impacientes o descubren algo; a éstos hay que enseñarles a ladrar a la orden.


Para ello conviene aprovechar ciertas ocasiones. Así, al llevarle la comida, se imita el ladrido de un perro diciéndole: ”ladra” y se le da la comida en recompensa cuando haya ladrado. También se puede escoger el momento del paseo para hacer una falsa salida (ponerle el collar por ejemplo). En cuanto se ponga a ladrar de impaciencia se le ordena: “ladra”. Se le hace una caricia y se le lleva de paseo. Si no ladra se le excita imitando el ladrido de un perro. En todo caso se ha de ser muy paciente y hacerle ladrar hasta que lo haga a la orden sea cual sea el lugar.


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miércoles, 25 de septiembre de 2013

El Adiestramiento del Perro Pastor – 2

Después de los primeros ejercicios vienen las maniobras esenciales que el perro de pastor debe ejecutar a la perfección.


Reunir: Esta maniobra es sin duda la que más se pide, he aquí cómo se ha de ejecutar. Se lleva al perro con la correa de 5 a 15 metros cerca de las ovejas. Se le ordena varias veces: “Roc, derecha, trae” y después se le acompaña repitiendo la orden. Si el animal se muestra demasiado fogoso, se le frena con la correa diciéndole a menudo “Roc, despacio”.


En cuanto el rebaño se haya reagrupado lo suficiente, desde el sitio en que se esté, se para el perro con un enérgico: “Roc, quieto” y se le lleva al punto de partida: “Roc, aquí”. Después se hace que el perro ejecute el ejercicio sin correa, aprovechando el momento en que las ovejas estén bien agrupadas.


Retroceder: En cuanto el perro haya partido, se le frena con varios “Roc, despacio”. Si tiene tendencia a meterse en medio de las ovejas o a empujarlas demasiado, se le ordena: “Roc, atrás” y se interpone uno con los brazos y el bastón levantados entre el perro y las ovejas. Se le hace retroceder unos 15 metros. Se hace que se tumbe y después, alternativamente, se le hace avanzar 2 o 3 metros y tumbarse varias veces y se le para definitivamente a unos 5 metros del rebaño.


Después se vuelve a repetir el ejercicio según las circustancias. La orden “Roc, atrás” debe ser enérgica, pues, por lo general, el perro que empuja las ovejas es vigoroso y pone todo su empeño en el trabajo; y esta actitud puede originar atropellos y molestias para el ganado que pace y, en todo caso, un desplazamiento demasiado rápido del rebaño.

Mantener Agrupado: Este ejercicio le permite al pastor vigilar de cerca un grupo de animales, y llegado el caso, coger una oveja para curarla. Cuando el perro haya agrupado el rebaño, no se le hace venir donde está uno. Se le ordena: “Roc, quieto ahí o tumbado”. Debe mantenerse a distancia del rebaño, atento para que no se muevan las ovejas.


En cuanto las ovejas están tranquilas, se le hace tumbarse; y después se le pone al trabajo de nuevo. En caso necesario, alternar varias veces el ejercicio de agrupamiento y el tumbarse. Para facilitar la inmovilización del rebaño, conviene utilizar al principio un ángulo del redil, el borde de un vallado o la orilla de un talud para que las ovejas no intenten escaparse. Así, el perro sólo tendrá que cuidar un semicírculo. Si no hay obstáculos, el perro estará en el lado opuesto al pastor.


Detener: Cuando el ganado vaya a cruzar la carretera, el perro debe poder pararlas, hacer que se queden quietas o que retrocedan. En el desplazamiento por un camino bordeado de vallas o cercas, haga que se paren las ovejas ordenando al perro: “Roc, quieto”; después se le incita a que detenga e inmovilice el rebaño durante unos instantes.


Se repite el ejercicio varias veces y después se hace que el perro lo haga solo mientras los dos van al mismo paso a uno de los lados del rebaño en marcha. En un momento dado se le ordena “Roc, quieto” al mismo tiempo que uno se va hacia adelante rápidamente. Incluso se le puede incitar al perro a que se muestre agresivo procurando en todo caso que no muerda. Con las ovejas paradas se le ordena: “Roc, quieto”.

Liberar el Paso: Para eso basta con un “Roc, aquí” para hacer que venga el perro y mantenerlo al lado de uno, o dejarle que se adelante unos pasos poniéndose a la altura de las primeras ovejas, sin adelantarlas.


Hacer Retroceder las Ovejas: Esperar a que las ovejas están tranquilas y no se empujen unas a otras. Quedarse detrás del rebaño, y después llamar a las ovejas al mismo tiempo que se le ordena al perro: “Roc, empuja”. 

Se repite la orden incitando al perro a echar hacia atrás al grupo de cabeza (enpujando con el hocico y ladrando) y a quedarse después delante del rebaño hasta que éste se vuelva atrás. Entonces, el perro se pondrá a un lado o de nuevo en cabeza del rebaño con el pastor.


Separación de un Rebaño: Se trata de un ejercicio de final de adiestramiento pues esta maniobra es contraria al instinto del perro, y por lo demás, le está prohibida normalmente. Sin embargo, tal maniobra es necesaria cuando se quiere atrapar un animal en medio de un gran rebaño.


Para empezar, se despliega el rebaño, tras lo cual uno lo bordea por un lado y el perro por el otro, procurando que siempre vaya “de frente” con respecto a uno. Cuando las ovejas se separan un poco dejando espacio, se llama al asistente: “Roc, aquí”. Su paso terminará la separación.

Hacer Presa Sin Morder


Un perro de pastor que muerde sin necesidad es perjudicial pero el que es tímido y nunca acosa al ganado resulta ineficaz en muchas circunstancias; por ejemplo, cuando se trata de canalizar el rebaño por un paso estrecho entre cultivos que se pueden estropear, o de pasar al lado de un rebaño de moruecos, etc.. Lo indicado entonces es un golpe con la boca sin apretar ni morder, sólo cuando sea necesario o se le ordena al perro.


¿Donde se debe hacer la presa?


-En el cuello: este ejercicio se puede practicar con ovejas adultas si el perro aprieta demasiado; esa presa puede dejar marcas en las ovejas equilibradas.


-En los corvejones: ésta es la presa que se recomienda, y debe hacerse rozando con el hocico para que no se dañe la ubre de la oveja ni la cola cuando sea larga.


Zonas del cuerpo que el perro no debe pellizcar ni morder: -La parte inferior del hombro pues se podría desprender, la cabeza, las orejas y la pierna.


Cómo enseñar al perro esa práctica:


-Este ejercicio, que se ha de realizar sólo con perros que se dominan bien, no debe hacerse a diario ni con las mismas ovejas cada vez.


-Se utiliza una oveja, sujeta por un ayudante que protege las zonas que no se pueden tocar. Al perro sujeto por la correa se le excita literalmente para que agarre la oveja, se le deja que haga una presa suave en el lugar permitido, y se le detiene con un enérgico “quieto ya”. Repetir el ejercicio con el perro sujeto por la correa en un redil de unos 15 m2 en el que se habrán metido 5 o 6 ovejas grandes que se muevan. Entonces se trata de dominar al perro autorizándole a hacer presa sólo en el lugar que se le indique. Y enseguida se le hace soltarla. Hay que recompensarlo cuando lo hace bien.


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martes, 24 de septiembre de 2013

El Adiestramiento del Perro Pastor

Resulta muy interesante observar cómo el perro se ocupa de sus ovejas. Esa aptitud posiblemente sea natural, pero lo cierto es que el perro de pasto no se adiestra solo.


En la actualidad, el auxiliar del pastor ya no se ocupa de proteger el rebaño contra los lobos ni mucho menos es un perro de caza ocasional. Actualmente se ha convertido en un vigilante adaptado a los diferentes métodos de la ganadería.


El adiestramiento del perro es una tarea delicada que exige por parte del ganadero un perfecto dominio técnico y un buen conocimiento de la progresión que se ha de realizar. También se necesita una gran afinidad y una confianza total entre perro y su amo. Todo este adiestramiento esta indicado para la ganadería ovina y caprina.


Primera Educación


Los ejercicios de obediencia conciernen a todos los perros, ya estén destinados a la guarda, la caza, el rebaño o la compañía; el trabajo futuro dependerá de esos ejercicios. Recordaremos aquí diferentes fases del adiestramiento, que se inicia a la edad de tres meses: la llamada, el porte del collar y la costumbre del ronzal, la conducción al lado, sentado, tumbado, en pie, quieto, quieto aquí.

Aunque el adiestramiento con rebaño no se iniciará hasta los ocho o nueve meses, será conveniente que el futuro perro de pastor tome contacto con las ovejas o las cabras lo más pronto posible. Así, se llevará a hacer paseos cotidianos cogido de un ronzal de 5 a 10 metros. Habrá que evitar por encima de todo que le ataque a una oveja para proteger su cordero. Según sea su carácter, se le animará a que se acerque a las bestias o, por el contrario, se le frenará haciéndole rodear los animales sin que intente perseguirlos.


Más adelante, se le dejará suelto para que le dé la vuelta al prado, primero con el adiestrador y después solo a la orden “Roc, da la vuelta”. Si se produce algún incidente o si las ovejas se espantan, se ordenará inmediatamente al perro, tumbarse y quieto.


El Adiestramiento al Rebaño


Ya sean los rebaños grandes o pequeños, trashumen en la montaña, pasten en zonas de cultivo o vivan en recintos cerrados, siempre hay ocasiones en que el perro resulta se un auxiliar no sólo valioso sino hasta indispensable: vigilancia en pastos extensos de relieve accidentado o que presentan una densa vegetación, salidas y entradas del redil, desplazamientos por caminos y carreteras, búsqueda de ovejas aisladas o enfermas, de corderos atontados, agrupamiento para escoger, capturar o tratar animales.


En llano, es corriente utilizar dos perro: uno llamado perro rodeo o perro de orilla o de lado, que debido a su carácter más independiente y al adiestramiento recibido, trabaja sólo guardando uno o dos lados del terreno de pasto, en el lado opuesto al pastor; el otro perro llamado, perro de pie o de mano, más joven y menos resistente, y sobre todo de carácter más flexible, se queda junto al amo para guardar los otros lados.

Adelante y a la Derecha, A la Izquierda


Éstos son los dos primeros ejercicios que habrá de ejecutar el futuro perro de pastor con vistas a su trabajo con el rebaño.


A la orden “Roc, Adelante”, se dan algunos pasos hacia delante mostrando al perro la dirección con el brazo. Si hace falta, lleve un ayudante que se colocará a cierta distancia y llamará al perro en el momento de la orden. Cuando el perro haya llegado junto al ayudante, no le deje jugar y llámelo enseguida con las siguientes palabras “Roc, aquí”.


Así se le ordenará al perro que vuelva a empezar el mismo ejercicio, y después se le recompensará. A continuación se le hará actuar solo y cada vez más lejos, de manera que se le pueda utilizar en búsquedas y exploraciones.


Sea cual sea la posición del perro con relación al amo y al rebaño, la izquierda corresponderá siempre al sentido de la rotación del sol o de las agujas de un reloj y la derecha al sentido contrario.


El perro “de Pie” o “Sentado” va cogido de un ronzal largo. Cuando se le ordene “Roc, a la Izquierda” o “Roc, a la Derecha”, desplácese ligeramente en la dirección escogida ejerciendo una pequeña tracción sobre el ronzal. Aprovéchese de un desplazamiento instintivo para dar la orden correspondiente: “Roc, a la Derecha” o “Roc, a la Izquierda”.


Cuando el perro ya sepa ejecutar “Adelante”, “A la Derecha”, “A la Izquierda”, “Quieto”, se le pondrá enseñar a darle la vuelta al rebaño, a cambiar de lado en carreteras y en caminos, a explorar los pastos, etc..

Principios Básicos del Adiestramiento


-Antes de empezar la educación y adiestramiento del perro, estudie cuidadosamente su carácter con objeto de saber si habrá que tratarlo con la mayor suavidad posible o si habrá que hablarle con tono firme sin ser brusco en ningún caso.


-Ocúpese del perro cada mañana pero no más de quince minutos seguidos.


-No pase a la lección siguiente antes de que el perro haya comprometido perfectamente la anterior.


-Las órdenes de viva voz o con silbato, que se deberán asociar con movimientos del brazo, deberán ser siempre las mismas. Serán breves, pronunciadas claramente y siempre precedidas por el nombre del perro.


-Evite cualquier gesto inútil y brusco. El aprendizaje con silbato siempre va después de que el perro haya aprendido las órdenes con la voz.


Las Razas de Pastor


Es indispensable que el perro de pastor pertenezca a una raza “pastora”, pero también debe ser de una cepa “de trabajo”, es decir, que la mayoría de sus ascendientes hayan sido utilizados efectivamente con rebaños y que hayan dado pruebas de cualidades de trabajo.


El perro pastor habrá de poseer la aptitud pastora en su grado más alto y en particular una propensión natural a buscar el contacto con el rebaño, a rodearlo intentando agruparlo y a meter dentro de él a cualquier animal que se aleje, no mostrarse agresivo e intentar aislar un elemento del rebaño para morderlo. En el cuadro de la cinofilia, los perros de pastor se clasifican en el primer grupo.


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