El 14 de diciembre de 1911 una expedición liderada por el investigador Roald Amundsen llegaba por primera vez a la Antártida. El investigador noruego comenzó su viaje hacia el polo sur en enero 1910 que consiguió alcanzar once meses más tarde gracias, según han apuntado los expertos, a una buena planificación del viaje. Concretamente, Amundsen utilizó como fuerza motriz perros groenlandeses. Además, basó su expedición en la experiencia de su compatriota Fritdjof Nansen, el hombre que, hasta esa época, más se había acercado al polo norte.
Amundsen decidió emprender la aventura a la Antártida después de su gran éxito en la expedición del paso del noroeste, fue el primero en cruzar el estrecho entre los océanos Atlántico y Pacífico, y después de que Robert Peary se le adelantara en ser el primer hombre en el Polo Norte.
La expedición comenzó a bordo del Fram con el que accedieron a la Plataforma de Hielo de Ross. Desde ahí, el explorador decidió crear su propia ruta y no seguir algunas de las ya utilizadas por sus antecesores que habían fracasado en el intento de llegar al Polo Sur. Su recorrido consistió en subir los Montes Transantárticos hasta llegar a la Meseta Antártica.
Gracias a la manipulación de los trineos, el equipo de Amundsen, formado por ocho personas más, logró que éstos fueran más ligeros. Finalmente, la expedición utilizó cuatro trineos tirados por 52 perros de raza groenlandesa. Durante el trayecto, el equipo se alimentaba de una ración diaria de 380 gramos de galletas, 350 gramos de pemmican --masa de carne seca--, 40 gramos de chocolate y 60 gramos de leche en polvo, por persona.
El 21 de noviembre llegaron a la cima de lo Montes Transantárticos y se asentaron en la Meseta Polar, que sería renombrada como Meseta del Rey Haakon VII de Noruega, mientras que los montes adyacentes fueron bautizados como Montes de la Reina Maud. El campamento establecido en la meseta fue bautizado como 'La carnicería', ya que se sacrificaron 24 perros que serían utilizados para alimentar a los perros supervivientes el resto del viaje y para alimentar a los exploradores en el camino de regreso.
El Polo Sur fue alcanzado el 14 de diciembre de 1911 y allí Amundsen decidió dejar una tienda con una carta en su interior que daba testimonio de su logro. Tan sólo 35 días después, el investigador británico Robert Falcon Scott recogía la misiva tras alcanzar también el Polo Sur.
LA COMPETENCIA CON SCOTT
El duelo entre el noruego y el británico por alcanzar el Polo Sur se decantó finalmente por el primero. Los expertos señalan que, principalmente, la ventaja de Amundsen fue la planificación del viaje y, concretamente, el almacenar la carne de los perros sacrificados para la vuelta. Scott utilizó para su desplazamiento caballos de raza mongola y en el camino de vuelta toda la expedición falleció.
Pero en la aventura de Amundsen no todo fue perfecto. Al parecer las relaciones del jefe de la expedición con el resto del equipo no eran muy cordiales. De hecho, uno de los hombres que comenzó la investigación fue expulsado tras la primera fase de la aventura.