El quinto episodio de la serie documental Frozen Planet (Planeta helado), dirigida y presentada por David Attenborough, mostró las imágenes de unos cachorros de oso polar en una guarida con su madre, lo que daba a entender que la escena ocurría en el Ártico, como el resto del capítulo.
Sin embargo, esta escena fue grabada en un zoológico holandés, algo que se reveló en un especial del "cómo se hizo" colgado en la propia página web de la cadena pública.
El periódico sensacionalista "Daily Mail" denunció hoy que los ocho millones de "devotos seguidores" del programa, emitido el 23 de noviembre, fueron engañados dándoles a entender que las escenas habían sido rodadas por un intrépida cámara a muchos grados bajo cero.
La BBC respondió a las acusaciones explicando que este tipo de grabación es una "práctica común" en los programas de historia natural y que esa escena en particular hubiera sido imposible de filmar en su hábitat.
El reconocido documentalista y responsable de la serie, David Attenborough, dijo hoy en una entrevista que, "si intentas poner una cámara en una guarida de osos polares en su entorno natural, la osa madre mataría a sus cachorros o al cámara".
Además, consideró que, si esto se hubiese desvelado durante el programa, habría roto el ritmo y puesto en peligro a los animales, pero negó que se hubiera intentado ocultar el método de montaje, pues fue explicado en la página web del programa.
En el episodio que generó la polémica, se ve a la cámara seguir a una osa polar en el Ártico y la voz del presentador comenta: "Empieza a cavar un profundo nido. Una vez que ha conseguido una profundidad suficiente, preparará la guarida, entonces se tumbará y esperará a que sus cachorros nazcan mientras el invierno llega".
Inmediatamente, se ve a los osos recién nacidos filmados en el zoológico holandés donde la guarida fue construida por los cuidadores.
La productora de Frozen Planet, Kathryrn Jeffs, ya explicó, en una entrevista colgada el 7 de noviembre en la web de la serie, que el problema era que estos animales dan a luz en profundas guaridas dentro del hielo y que "no hay ninguna manera de acceder a ellas con las cámaras".
"Hubiera sido completamente impracticable y no queríamos molestar a los osos polares acercándonos tanto", añadió.