La ansiedad por separación es un trastorno de híper apego, donde se combina una reacción de pánico fisiológica con la salida del propietario. Se presenta en aproximadamente el 20 por ciento de los perros en los Estados Unidos. No hay predilección de una raza específica para esta enfermedad, aunque algunas razas como el (Weimeraners) se han indicado en un estudio.
La ansiedad de separación es más común en los hogares con un solo dueño. Se produce con la misma frecuencia en los hogares con los propietarios de hombre o mujer, varios perros o sólo perros, y en las familias que echan a perder a sus perros y los que no. Los perros que han pasado por un refugio de animales son más propensos a tener este trastorno. Si bien no se ha estudiado específicamente, sospecho que no es la propia vivienda que causa la enfermedad, sino más bien el hecho de que el perro ha sido reubicado.
Los perros son criaturas sociales, que hace que ellos se nos unan estrechamente. Esto es parte de por qué nos gustan tanto. Cuando de pronto se mudó a una casa nueva, experimentan estrés, que atribuyen a la persona con quien se sientan más cómodos y pasan más tiempo. Añadir a la gran habilidad del perro para leer su entorno. Debido a esto, se emparejan los estímulos (señales) que preceden a la salida de los propietarios con la ausencia del dueño. A continuación, estas señales, como coger las llaves o ponerse los zapatos, se asocian con la respuesta fisiológica de pánico.
Esto se conoce como condicionamiento clásico y está fuera del control del perro. El resultado es ladrar, llorar, micción, defecación, la destrucción, y otros signos de angustia cuando el dueño lo deja. Algunos perros pueden incluso ser agresivos, tratando de bloquear al propietario en su intento de salir de la casa.
Los primeros signos de ansiedad por la separación de su cachorro, por ejemplo, como seguirte a todas partes, debe ser impulsado para entrar en acción.
Debido a una respuesta fisiológica es la raíz de la enfermedad, la
prevención se centra en mantener la cría de tener esa respuesta
emocional y la vinculación con las señales de su salida. Mientras que el
entrenamiento de obediencia es útil en muchos aspectos de la vida de su
perro, la ansiedad por separación no es un problema de la obediencia,
por lo que no responde a la obediencia de formación.
Para evitar que el cachorro desarrolle la ansiedad de separación, sigue estos sencillos pasos;
-No prestar atención a su cachorro cuando le está siguiendo.
-Mándale sentarse antes de que usted se relacione con el. Si no sabe sentarse, enséñale con caricias, una golosina, etc.. el pondrá una relación previsible y estructurada entre usted y su cachorro y le ayudará a prestarle atención.
-Explicar las responsabilidades del cuidado del perro a los miembros de la casa.
-Enséñele a su cachorro que se acueste y permanezca quieto cuando usted se mueve alrededor de la casa. Esto le ayudará a ser más segura con su ausencia.
-Ocultar todas las señales de salida a su cachorro para que este no pueda comenzar a asociarlos con su salida.
-Impida a su perrito tener una respuesta emocional auténtica. Esto significa que él no debería seguirle a la puerta cuando usted va a marcharse. En cambio póngalo en su cajón con algo realmente diversión para hacer, mucho antes de que usted se prepare para marcharse.
-Asocie su salida con algo maravilloso, como un juguete raro que él sólo consigue en ese momento del día.
-Ponga a su perro en su cajita o jaula por 10 o 15 minutos una vez a día cuando usted está en casa. El tiempo que esté que lo relacione con diversión y no un castigo. De esta forma su cajita o jaula no la relaciona con su salida.
Copyright © Por: Erik Farina,
Psicólogo Canino y Adiestrador Profesional
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