Erik Farina 2012 |
¿Ve el Perro el mundo igual que nosotros?
Bueno los perros son daltonicos, pero eso no significa que lo vean todo en blanco y negro. Si ven colores, fundamentalmente los azules y amarillos, esto se debe a que tiene solo dos tipos de receptores de color, comparado con los humanos que contamos con tres. Y eso puede ser el motivo de que tu perro ignore un juguete naranja sobre la hierba verde, ya que esos colores le parecen muy similares. Es mejor siempre darles algo de color azul, aunque es cuando los objetos están en movimiento cuando su vista funciona mejor.
Los ojos caninos procesan lo que ven mas rápido que nosotros, es casi como si lo vieran todo a cámara lenta, por eso siempre están en el lugar correcto para coger un objeto que le has lanzado al aire. Los ojos del perro son más sensibles al movimiento y la luz, que el de los humanos, pero perciben los contornos con menos nitidez que los nuestros. Su globo ocular es algo aplastado, y aunque pueden alterar la longitud focal como nosotros, no logran enfocar de forma tan eficaz. En contrapartida, algunas razas como el Collie, son capaces de detectar hasta el más imperceptible de los movimientos, como por ejemplo la dilatación o la contracción de una pupila humana.
El Campo Visual
Lo
normal es que un perro posea un campo visual más amplio que el de
los humanos, debido a la forma de su cabeza y al lugar donde están
implantados sus ojos en ella. Los perros braquicéfalos como el
Carlino o el Boxer suelen abarcar un angular de 200 grados, mientras
que los dolicocéfalos, como los lebreles, el Saluki o el Greyhound
abarcan un campo visual de 270 grados, si bien en detrimento de la
visión estereoscópica. El ojo humano abarca un campo visual de 100
grados.
Los
perros braquicéfalos como el Bulldog, tienen los ojos implantados en
la parte frontal de la cara, gracias a lo cual la porción de campo
visual abarcada a la vez por ambos ojos es mucho mayor que la
abarcada por los ojos de sus congéneres de morro alargado.
Esta
porción del campo visual compartida es la que le permite la
perspectiva y la distancia de los objetos. Por ello el dolicocéfalo
están dotados de una magnifica visión lateral, disfruta en cambio
de una visión estereoscópica relativamente mala.
Las
diferentes formas de los ojos y la implantación de éstos en la
cabeza, varían tanto de una raza a otra, son las que determinan el
campo visual del perro. Ejemplo: el Chow Chow, el Pastor Alemán, el
Whippet o el Bullterrier.
El ojo es una bolsa rellena de fluidos y alojada en una órbita especial abierta en el hueso del cráneo. Lo mantiene en su lugar fuertes músculos, que además le permite desplazarse hacia arriba, hacia abajo y lateralmente. La superficie del ojo está formada por una membrana muy resistente denominada esclerótica, que se vuelve transparente en la parte frontal del globo ocular, donde recibe el nombre de córnea.
El cristalino está unido al cuerpo ciliar, un músculo que al contraerse altera la forma del primero, permitiendo así al perro enfocar a diferentes distancias. El cuerpo ciliar, además, sostiene y mueve el cristalino.
La retina, que reviste la parte posterior del ojo, posee nervios sensibles a la luz que transfieren la información recogida al cerebro a través del nervio óptico. Una vez allí, los datos son decodificados para generar una imagen. En el fondo del ojo existe una capa reflectante denominada tapiz o tapétum, responsable de ese reflejo tan peculiar que se observa en los ojos de los perros cuando les da la luz de frente.
Los perros tienen un tercer párpado (la membrana nictitante), normalmente replegado en el ángulo interno del ojo. Se hace visible sólo cuando el perro está enfermo, momento en que se despliega para proteger el ojo. La glándula lacrimal fabrica las lágrimas para mantener la córnea húmeda y limpia.
El fluido sobrante se elimina a través de unos conductos situados en el ángulo interno del ojo, que desembocan en el morro del perro o en la trufa, según la raza. Cuando estos conductores se obstruyen, las lágrimas desbordan los lagrimales y se derraman por la cara, manchando la piel y el pelo del perro.
A causa de su particular anatomía, los perros no perciben el color del mismo modo que los humanos. No distinguen los tonos intermedios entre el amarillo verdoso y el rojo, pasando por el naranja, aunque sí pueden diferenciar todos los colores situados en los extremos del espectro luminoso.
Por:
Erik Farina (Etólogo Canino)
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