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martes, 23 de agosto de 2022

Etología Canina - La Conducta del Perro


 

Etología Canina - La Conducta del Perro


Mucha gente está acostumbrada a ver al perro como un miembro más de la familia que acaban olvidando tanto sus limitaciones como sus habilidades puramente caninas. El comportamiento canino es una maravillosa fusión entre lo instintivo y lo aprendido.


Casi cualquier rasgo de su conducta responde a una necesidad instintiva de proporcionar la reproducción y garantizar la conservación de la especie en el entorno salvaje. Educar a un perro, enseñarlo a convivir con nosotros en nuestro mundo, no es otra cosa, en definitiva, que enseñarlo a dar rienda suelta a sus instintos naturales, pero en el momento y el lugar oportunos.


Miembros de la Manada


Los perros son animales sociales, y como tal desean por instinto sentirse integrados en la estructura social del grupo y trabajar en equipo en la manada. En el entorno natural, ningún cánido conseguiría sobrevivir mucho tiempo fuera del grupo, ya que para cobrar piezas de gran tamaño es imprescindible cazar en equipo. Por esta razón las manadas de cánidos salvajes están siempre jerarquizadas y presididas por normas que establecen quién tiene derecho a aparearse en la manada y a quién corresponde el privilegio de alimentarse en primer lugar una vez matada la presa.


Naturalmente, siempre hay alguno que intenta desafiar el orden social establecido, pero, para evitar graves lesiones que hubieran perjudicado a la manada en general, la evolución de la especie sustituyó las mutuas agresiones por toda una serie de comportamientos rituales que permiten resolver cualquier conflicto entre los miembros sin derramamiento de sangre. Estos ritos incluyen gestos teatrales interpretados con la cara y el cuerpo, miradas intensas y fijas, gruñidos, etc., un completo y eficaz sistema de signos que sirven tanto para expresar intenciones como respuestas.


Hasta hace no mucho tiempo se creía que el lobo dominante o líder supremo era el individuo más corpulento o fuerte de la manada. Actualmente se cree, sin embargo, que los lobos que detentan el poder y controlan todos sus congéneres son precisamente aquellos que mejor dominan el lenguaje de los gestos.


El Jefe de la Manada


En el entorno natural, algunos cánidos se llevan siempre la mejor parte de todo: disfrutan de la porción más grande de la presa, del lugar más seguro para dormir, de las atenciones de los otros, que los acicalan y asean, de aliados dentro del grupo que los apoyan, mientras que otros tienen que conformarse con lo que estos privilegiados desdeñan. Obviamente, los primeros tienen más oportunidades de aparearse y procrear hijos sanos que aquellos que deben esperar, hambrientos, a que los primeros se harten de comer, dormir en la parte más exterior y expuesta de la guarida y arreglárselas casi sin ninguna atención por parte de los demás. A estos cánidos que se llevan siempre la mejor parte de todo y tienen, en consecuencia, más posibilidades de procrear se les denomina individuos Alfa o dominantes.


Este ordenamiento social no debe extrañar mucho a los humanos. Porque entre nosotros en una empresa el director es que tiene todos los privilegios. De hecho, lo que ha hecho posible que humanos y perros hayan llegado a llevarse tan bien han sido precisamente las semejanzas existentes entre la estructura social humana y la canina. En resumidas cuentas, cuando un perro vive con nosotros en casa entiende que nosotros somos los jefes, y que es a nosotros a quienes corresponde elegir, mientras que a ellos les toca indefectiblemente conformarse con lo que nosotros rechacemos.


Es precisamente la estructura jerárquica de la jauría lo que impide que surjan conflictos entre ambas especies. Ahora bien, en un animal tan inteligente y adaptable como el perro doméstico, ciertas experiencias podrían anular esta sumisión instintiva. Y es aquí donde entra en juego el aprendizaje.


El Aprendizaje del Perro


Los perros aprenden muy rápido cuando les conviene. Si obtienen algo que les guste con determinada conducta, tenderán a repetirla; si no, lo más probable es que la abandonen.


En este principio se basa la teoría del aprendizaje. Los perros aprenden de forma muy similar a la nuestra. Sabemos, por ejemplo, que si cuando un niño hace algo por primera vez (aplaudir, por ejemplo) le damos a continuación un caramelo, es probable que vuelva a intentarlo. Tras batir la palmas unas cuantas veces y recibir las correspondiente golosinas, es muy probable que el niño se ponga a aplaudir con entusiasmo para demostrar que han aprendido ya a hacerlo. Si por el contrario, se hubiese castigado al mismo niño por batir las palmas, o simplemente se le hubiese ignorado mientras lo hacía, lo más probable es que el aplauso hubiera durado poco tiempo y el niño no hubiese vuelto a batir las palmas más adelante.


Conviene tener en cuenta que lo que un humano adulto considera un castigo puede parecerle un premio a los niños o a los perros. Si necesitan o desean que les prestemos más atención, una regañina o incluso un castigo físico puede parecerles un premio, ya que para ellos es mejor eso a que se les siga ignorando. Tal vez esto explica por qué algunos niños se portan tan mal en el supermercado o algunos perros empiezan a hacer gamberradas en cuanto llegan visitas.


¿Son de Verdad Tan Inteligentes los Perros?


El perro nos parece a veces más inteligente que los otros animales domésticos, como por ejemplo un gato, porque encuentra la forma de conseguir lo que se propone y porque repite conductas por las que antes ha sido premiado. No obstante, la inteligencia es algo difícil de medir. Tal vez lo único que ocurre es que a los perros se les da mejor comunicarse con nosotros de forma que nosotros les entendamos.


Es posible adiestrar a otros animales, por ejemplo; los gatos, los cerdos, las gallinas.. etc.., de la forma en que adiestramos a los perros, pero motivándolos y comunicándose con ellos de otro modo. Los gatos por ejemplo son más independientes que los perros, a los gatos no le gusta que los dominen y por lo tanto no buscan nuestra aprobación, y a los perros les gusta ser dominados y si buscan nuestra aprobación.


Para poder recibir clases de adiestramiento, apuntarse a cursos o simplemente una modificación de la conducta de su perro, puede llamar al número de teléfono 674 41 52 33 para una consulta.


Por: Erik Farina (Etólogo Canino)


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Contacto: psicolmascot@gmail.com


Copyright © Por: Erik Farina - Psicolmascot  

miércoles, 20 de julio de 2022

Un Nuevo estudio descubre un vínculo entre el olfato y la vista del perro


Un Nuevo estudio descubre un vínculo entre el olfato y la vista de los perros.


El nuevo estudio en la Universidad de Cornell, ha proporcionado la primera documentación de que el sentido del olfato de los perros está integrado con su visión y otras partes únicas del cerebro, arrojando una nueva luz sobre cómo los perros experimentan y se guían por el mundo.


Poder identificar estas nuevas conexiones en el cerebro del Perro, nos abre nuevas líneas de interrogantes. Ver esta variación en el cerebro nos permite ver lo que es posible en el cerebro de los perros.


Nunca se había visto antes esta conexión entre la nariz y el lóbulo occipital, funcionalmente en la corteza visual de los perros, ni en ninguna otra especie.


Normalmente cuando entramos en una habitación, nosotros usamos principalmente nuestra vista para determinar dónde está la puerta, quién está en la habitación y dónde está la mesa. Mientras que en los perros, con este estudio, se muestra que el olfato está realmente integrado con la visión en términos de cómo aprenden sobre su entorno y se orientan en él.


Johnson y su equipo realizaron resonancias magnéticas en 23 perros sanos y utilizaron imágenes de tensor de difusión, una técnica avanzada de neuroimagen, para ubicar las vías de la materia blanca del cerebro del perro, las rutas de información del cerebro.


Los investigadores encontraron conexiones entre el bulbo olfativo y el sistema límbico y el lóbulo piriforme, donde el cerebro procesa la memoria y la emoción, que son similares a las de los humanos, así como conexiones nunca documentadas con la médula espinal y el lóbulo occipital que no se encuentran en los humanos.


Y en cuanto al tamaño, estos tractos fueron realmente drásticos en comparación con lo que se describe en el sistema olfativo humano, serían más parecido a lo que encontrarías en nuestros sistemas visuales.


La Tractografía es un procedimiento que se usa para poner de manifiesto los tractos neurales. Utiliza técnicas especiales de imagen por resonancia magnética y análisis de imágenes asistido por un ordenador. El resultado se presenta en imágenes bi y tridimensionales, luego de diversas secuencias de adquisición y luego de un adecuado y estudiado postproceso.


Estos investigadores tienen mucha experiencia clínica con perros ciegos, que se orientan muy bien, mucho mejor que los humanos con la misma condición. Conocer estos tractos neurales de información que van entre esas dos áreas podría ser enormemente reconfortante para los propietarios de perros con enfermedades oculares incurables.


El sentido del olfato del perro doméstico es ampliamente reconocido como altamente sensible con una función diversa, sin embargo, se sabe poco sobre la estructura de su sistema olfativo. Aplicando la Tractografía de difusión y las técnicas de disección, se puede evaluar las conexiones de la materia blanca asociadas al sistema olfativo de los perros.


Con la Tractografía han descubierto una extensa red de materia blanca que se extiende desde el bulbo olfativo para formar nuevas conexiones directamente con otras cortezas cerebrales. 


Esta es la primera vez que se documentan estas nuevas conexiones olfativas y proporciona una nueva visión de cómo el perro integra los estímulos olfativos en su funcionamiento cognitivo.


Por: Erik Farina (Etólogo Canino)


PSICOLMASCOT


Contacto: psicolmascot@gmail.com


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domingo, 13 de marzo de 2022

Curso sobre los Fundamentos de la Etología Canina


 


Curso sobre los Fundamentos de la Etología Canina


Etología canina: comprensión del comportamiento del perro


La etología canina es el estudio científico y objetivo de cómo se comportan los cánidos en condiciones naturales, es el estudio de cómo se comportan los perros en el mundo real. Este curso le enseñará los conceptos básicos de la etología canina, de cómo ven los perros su mundo y por qué se comportan de la forma en que lo hacen.


Aprenderá cómo interactúan los cánidos en el entorno, la personalidad individual y la genética. Este curso es excelente para cualquier persona nueva en la etología canina, que trabaje o esté interesada en trabajar en protectoras, refugios, fundaciones de perros, en el adiestramiento canino y el que quiera estudiar el comportamiento canino, y para todos los interesados en aprovechar al máximo su relación con un perro, personal o profesional.


Este curso profundiza en nuestra comprensión de los perros como especie y, por lo tanto, cómo vivimos con ellos y los entrenamos, cómo aprenden y cómo podemos resolver mejor los problemas de comportamiento si surgen.


La etología canina es el estudio del comportamiento de los cánidos y su evolución, y es un factor clave para tener una verdadera experiencia en la comprensión de los perros.


-¿Cómo ven los cánidos y cómo interactúan con su mundo?


-¿Qué significa esto en términos de cómo se comportan?


-¿Cómo cambiará esto y mejorará su comprensión del comportamiento?


-¿Cómo puede esta comprensión mejorar dramáticamente su capacidad para trabajar y ayudar a los perros?


-¿Qué es un perro?


-La etología de nuestro mejor amigo.


-La interacción entre la domesticación canina, la evolución y el comportamiento.


-Desarrollo en perros: desde el nacimiento hasta la edad adulta.


-El mundo perceptivo del perro y cómo impacta en el comportamiento.


-Cómo abordan y resuelven los perros los problemas de su entorno.


-El papel de la genética en el comportamiento.


-El comportamiento de los perros en libertad.


Una comprensión de la etología canina y la exploración de estas preguntas cambiará para siempre su forma de pensar sobre los perros con los que vivimos y trabajamos. Nunca volverás a ver a los perros, o el adiestramiento de los perros, de la misma manera.


Más información sobre el curso: psicolmascot@gmail.com


Por: Erik Farina (Etólogo Canino)


PSICOLMASCOT


Contacto: psicolmascot@gmail.com


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martes, 15 de febrero de 2022

CLASES DE ETOLOGÍA Y PSICOLOGÍA CANINA


 

CLASES DE ETOLOGÍA Y PSICOLOGÍA CANINA


EDUCACIÓN BÁSICA DEL PERRO


Conoce y entiende la mente de tu perro y como percibe la vida entre los humanos”



-Conocer las bases educativas y psicológicas de los perros. Miedos, estrés, agresividad, ansiedad por separación, perros destructivos, ladridos continuos, paseos incontrolables, etc..


-Conocer el origen de su comportamiento para orientar a tu perro correctamente. Corrige la motivación que genera la conducta inadecuada. Comportamiento canino, los instintos, las emociones, el aprendizaje y la etología. Enseña temprano a tu perro para que crezca sano y sociable.



-Curso para mejorar la convivencia en el hogar, su estado emocional, el vínculo con nuestro perro y cómo cuidar su salud.



-Serán clases de juegos, juguetes, desarrollo, ventajas y desventajas de la aplicación de cada uno de ellos en tratamientos de problemas de conducta en el hogar, la calle o parque.



DURANTE LA CLASE HABLAREMOS DE: 


Errores más comunes en la educación del perro y sus consecuencias. Pautas para una buena convivencia en casa. Pautas para enseñarles una conducta higiénica correcta. Pautas para prevenir la ansiedad por separación. Período de impronta e importancia de la socialización a perros, personas, ruidos etc.. Pautas de su comportamiento en las tiendas que admiten perros mientras compras. Pautas a seguir mientras estas en una cafetería o terraza tomando algo. Pautas para manejo de correa durante los paseos en la ciudad.



PROBLEMAS A CORREGIR: 


Perros que tiran de la correa, que ladran mucho a otros perros y por reclamo. Perros nerviosos y con un grado de ansiedad alto, con mucho estrés. Cachorros en su fase de aprendizaje y socialización. Perros que muerden su mano, su ropa, los muebles, puertas, etc... Perros que se comen todo por la calle, comidas, cosas o heces... Perros que te saltan encima o saltan a otras personas.


TLF: 674 41 52 33


sábado, 16 de octubre de 2021

El Lobo el Perro y el Humano - El Viejo Triángulo


 


El Viejo Triángulo


El viejo triángulo: lobos, perros y seres humanos - todas ellas caracterizadas por la cooperación y la cognición compleja.


Los lobos son los ancestros de los perros y viven en grupos mientras que los perros desarrollaron una relación especial con los seres humanos.


Esta relación se basa en:


1-Una evolución compartida de los perros y los hombres durante su domesticación.


2-El desarrollo individual de cada perro en el medio ambiente humano.


El rol de los perros


Los Lobos en la forma de los perros eran compañeros en la mayor parte de la historia evolutiva humana y el desarrollo cultural.


Los perros se han adaptado y han sido criados y entrenados para muchos propósitos diferentes. Son importantes:


-Compañeros sociales


-Para guardar la casa


-Para ayudar a las personas con discapacidad, los cazadores, policías, etc...


Esto indica un alto grado de capacidad de flexibilidad, adaptabilidad y de cooperación.




La adaptación y la domesticación


Todos los perros tienen su origen en los lobos. A través de un proceso de domesticación se han adaptado a vivir entre la gente.


Sin embargo, incluso aún se desconoce, y en qué grado, ellos siguen pensando en una manera de lobo o exactamente de qué manera solucionan sus problemas, el aprendizaje de las habilidades y las disposiciones de cooperación con los seres humanos, han cambiado en comparación con los lobos.


Muchos asumen que los perros han perdido algunas habilidades cognitivas y habilidades para resolver problemas independientes, porque logran involucrar a los humanos como asistentes y son los que resuelven los problemas. Esto contrasta con los lobos, que todavía tienen que hacer frente a los desafíos del desierto.


Otros, sin embargo, tienen la creencia de que los perros no son mucho peores en su visión física que los lobos, pero que la domesticación los ha hecho más sensibles a los seres humanos de lo que los lobos llegarán a ser. En consecuencia, está a menudo más determinado por el comportamiento humano, que por su asistencia, y al razonamiento sobre la causalidad física.




Entendimiento de Lobos y Perros


Aunque en la actualidad, nuestra comprensión del comportamiento del perro está aumentando rápidamente, los datos complementarios del lobo están en gran parte ausente.


El objetivo principal de nuestro estudio, es por lo tanto, para poder tratar de recoger estos datos y, en particular, para entender cual es el rol de las relaciones sociales dentro de los lobos o los perros, y que tienen entre ellos y los seres humanos para su desarrollo cognitivo de cooperación y de el rendimiento.


Esperamos que también los resultados de nuestros estudios, ayuden a poner el adiestramiento del perro sobre una base científicamente firme, proporcionando una mejor comprensión entre el humano y perro de compañía, y apoyar en las decisiones informativas en el área de la terapia asistida con los animales.


La distribución de los lobos


"El hombre y el lobo no son sólo de una tierra, sino que también son de una esencia. El lobo es una especie en peligro de extinción hoy en día, gracias al hombre,.. Y de la humanidad, a través de sus propias acciones en la ignorancia, que no está menos en peligro".




Historia


Antes de la llegada del hombre de antaño, los lobos como depredadores y carroñeros efectivos fueron ampliamente distribuidos por toda Eurasia y América del Norte. Aunque depende del juego mismo, todos los cazadores, recolectores, nómadas han admirado al lobo como se refleja en sus rituales, mitos y medicina. Por lo tanto, el lobo es también un animal muy importante en el contexto de la evolución de la cultura humana y la espiritualidad.


Sin embargo, las actitudes hacia los lobos han cambiado cuando la cultura económica humana se volvió de la caza y de la recolección en el pastoreo, la agricultura y la cría de ganado.


Los seres humanos con un estilo de vida sedentarios han considerado a los lobos como un enemigo, matándolos en un gran número y en formas a menudo brutales, para proteger sus tierras y ganado, para sobrevivir, para aumentar los ingresos, o por mera "diversión".


El lobo ha adquirido una carga negativa simbólica en la mayoría de las sociedades occidentales. Los lobos son temidos y odiados por muchos. Por lo tanto, los lobos fueron perseguidos y asesinados a la extinción en muchas áreas.


Por: Erik Farina (Etólogo Canino)


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miércoles, 22 de septiembre de 2021

Los Perros pueden ser pesimistas y optimistas


 

El Sentido y la Sensibilidad de los Perros


Los perros generalmente parecen estar alegres, parecen ser personajes felices y despreocupados, por lo que se podría esperar que la gran mayoría de los perros tienen una visión optimista de la vida. Pero de hecho, en la realidad de la vida, algunos perros son claramente más pesimistas que otros, como se mostro hace años en un estudio de investigación en la Universidad de Sydney.


Esta investigación fue emocionante porque midió los estados emocionales positivos y negativos en los perros de manera objetiva y no invasiva. Esto ofreció a los investigadores y a los dueños de los perros una idea de las perspectivas de los perros y cómo esto cambia.


Averiguar con mayor precisión posible si un perro en particular es optimista o pesimista es particularmente útil en el contexto de los perros de trabajo y de servicios y tiene implicaciones importantes para el bienestar animal.


A los perros se les enseñó a asociar dos sonidos diferentes (dos octavas de diferencia) con lo que podrían obtener la recompensa preferida de leche o de obtener la misma cantidad de agua en su lugar. Una vez que los perros habían aprendido la tarea de discriminación, que se presentan con tonos "ambiguos".


Si los perros respondían después de tonos ambiguos, se notaba que esperaban que ocurrieran cosas buenas para ellos, y se les describía como optimistas. Ellos podía mostrar cómo estaban de optimistas según el tono en el que respondían. Un perro muy optimista podía incluso responder a los tonos que sonaban para jugar como a los tonos que se le ofrecía agua.





De los perros que habían probado se encontraron con más perros que eran optimistas que perros pesimistas, pero era demasiado pronto para decir si esto era realmente tan cierto como en la población general todos los perros.


Sin embargo, sí que significa que tanto los perros como las instituciones (protectoras, fundaciones, refugios, cuidadores de perros, residencias y hoteles caninos,) pueden tener una visión mucho más precisa en la estructura emocional de sus perros.


De acuerdo con la investigación de un perro con una personalidad optimista, se espera que más cosas buenas sucedan, que menos cosas malas. El perro va a tomar riesgos y tener acceso a las recompensas. Este es un perro que toma decisiones por sí mismo, cuando las cosas no le salen como el quiere, y lo intenta de nuevo. Los reveses de menor importancia no le molestan a este perro optimista.


Si su perro tiene una personalidad pesimista, este espera a que las cosas menos buenas sucedan y las cosas más malas también. Esto puede hacer que él sea muy cauteloso y aversivo al riesgo. Él puede dejar fácilmente las cosas cuando no salen como él quiere, porque los contratiempos menores le angustian a este perro. Puede que este perro no sea infeliz, pero es probable que esté más satisfecho con el statu quo y que necesite un poco de aliento para probar cosas nuevas.


Los Perros pesimistas parecían estar mucho más estresados al no querer hacer una tarea de ejercicios, que los perros optimistas. Estos perros pesimistas ladraban o gimoteaban seguido y evitaban que se les repitiera la tarea, mientras que los perros optimistas parecían inmutarse y continuaban con las tareas.





Esta investigación ayudó mucho a los adiestradores de perros de trabajo y utilidad, para que puedan seleccionar a los perros que mejor se adapten a los papeles de trabajo. Si supiéramos cómo son de optimistas o de pesimistas los mejores candidatos para un función de trabajo y utilidad, podríamos probar antes los perros con optimismo e identificar mejor los buenos candidatos para el adiestramiento para desempeñar ese función. Al perro pesimista se le evitaría los riesgos y sería mejor como un perro guía, mientras que un perro optimista, persistente sería más adecuado para la detección de drogas, explosivos, rescate y salvamento.


Esta investigación, no sólo sugiere cómo la personalidad de un perro puede afectar en la manera de como ven el mundo los perros y también cómo se comportan, en lo positivo o negativo de su estado de ánimo actual.


Esta investigación tiene el potencial de remodelar por completo cómo se evalúa el bienestar de los perros. Si por lo general sabemos cómo son de optimista o pesimista un perro, es posible que podamos detectar los cambios de optimismo del perro, y que nos avise cuando se encuentre en un estado emocional más positivo o negativo de lo habitual.


Lo más importante de este estudio, es poder tener la oportunidad de preguntar esencialmente a un perro de como te siente y obtener una respuesta. Podría ser utilizado para controlar su bienestar en cualquier entorno, para evaluar la eficacia de las actividades de enriquecimiento que podría estar en la mejora de su bienestar, y determinar exactamente lo que un perro encuentra emocionalmente angustiante.


Por: Erik Farina (Etólogo Canino)


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lunes, 22 de marzo de 2021

Etología Canina Comportamiento Social del Perro Capítulo 13


 

Comportamiento Social del Perro Capítulo 13


El Lenguaje del Rabo en el Perro


También el Rabo, que el perro puede llevar levantado y vertical o metido por debajo de la barriga entre las patas, indica distintos grados de situaciones anímicas propias del perro, desde la actitud del dominador hasta la del sometido.


De ordinario se piensa que cuando el perro menea el rabo indica amistad y docilidad. En realidad se trata más bien de la posición del rabo, y su distinta angulación respecto al cuerpo, que indica el estado de una situación de conflictividad que el perro está viviendo, es decir de un contraste entre el deseo de llevar a cabo una acción y el miedo de ejecutarla.


El perro menea el rabo cuando el propietario vuelve a casa porque está contento de volver a verlo, pero al mismo tiempo se siente sometido y por tanto con miedo.


Un perro que está comiendo en su casa, si está solo tendrá el rabo quieto, pero al acercarse una persona empezará a moverlo porque se encuentra ante el contraste interior del placer de su comida y el temor de que se la puedan quitar.


Esto no se da de ordinario en los perros agresivos, porque éstos se pondrán a gruñir.


El Rabo metido entre las Patas; Refleja miedo. Cuanto más tenga la cola metida entre las piernas, mayor es su grado de miedo ante alguna amenaza externa. También puede referirse a un estado de nerviosismo e incluso a una falta de confianza.


Movimientos Rápidos con el Rabo: Presenta felicidad, o nerviosismo y ansiedad. Cuando entras en casa y tu perro está muy contento de verte, el movimiento tiende hacia la derecha.


Movimientos circulares con el Rabo: El Perro se está divirtiendo tanto con los humanos como con los perros con los que esté jugando.


El Rabo Tieso y recto: El Perro quiere asustar a un intruso que se está metiendo en su territorio. Tendrá también el pelo erizado. Cuando tiende a la izquierda significa que tu perro está analizando a un perro desconocido.


El Rabo hacia abajo moviéndose cerca de las patas: Inseguridad y ansiedad. Si el movimiento tiende hacia a la izquierda es que se sienten amenazados.


El Rabo levantado pero con curva: Puede parecer dominante, pero significa tranquilidad y confianza.


Si el Rabo del perro se mueve a un ritmo pausado y con el cuerpo relajado en paseo matutino por la casa, eso nos da una señal de calma y tranquilidad.


CAPÍTULO 14: EL CARÁCTER DEL PERRO


Por: Erik Farina (Etólogo Canino)


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viernes, 19 de marzo de 2021

Etología Canina Comportamiento Social del Perro Capítulo 12


 

Comportamiento Social del Perro Capítulo 12


El Lenguaje de las Orejas del Perro


El ladrido y el aullido no son los únicos mecanismos de comunicación entre los perros. En el comportamiento territorial hemos visto hasta qué punto la marcación con los excrementos es útil para difundir mensajes dentro de la población de perros o lobos.


Otro mecanismo de comunicación mucho más complejo que los acústicos y olfativos es el visual, es decir, el que comprende una amplia gama de posturas y movimientos del cuerpo y distintas expresiones de la cara y de los ojos.


La particularidad de este modo de comunicación es el de estar constituido por una infinidad de pequeños detalles, a veces tan sutiles que resultan difíciles de identificar a un observador humano, y que pueden indicar un mensaje preciso, pero mucho más a menudo enriquecido con pequeños matices que contienen informaciones incluso contradictorias.


Es sabido que la posición de las orejas indica un amplio espectro de situaciones distintas; echadas hacia atrás indican sumisión, pero cuando están hacia adelante el mensaje es agresivo.


Muchas razas caninas poseen unas orejas caídas como carácter distinto. Esta particularidad, que probablemente ocurrió por una intervención casual en la historia evolutiva del perro doméstico, el humano debió seleccionarla después por que daba al perro un aspecto menos agresivo y por tanto, al menos intencionalmente, menos peligroso para tenerlo a su lado.


Es interesante observar que muchos perros guardianes de rebaños como el Pastor del Pirineo, el Kuvasz y el Mastín Español, tienen las orejas caídas que les permite moverse entre las ovejas sin espantarlas.


Es totalmente inexacto sostener que las orejas caídas, o incluso las práctica de cortarlas que todavía se practica entre los pastores de los países del Este de Europa, sirva para evitar la derrota en las luchas con los Lobos, que podrían encontrar en las orejas un punto fácil y vulnerable.


Los mismos Lobos tienen unas magníficas orejas perfectamente tiesas, que además de permitirles un oído óptimo les da la facilidad de comunicar sus estados de ánimo, y sin embargo no por eso las luchas jerárquicas entre ellos son más cuentas o menos ventajosas.


Antiguamente y en algunos países se permite aún el corte de orejas, hay razas de perros de guarda y defensa como el Doberman o el Boxer que tienen orejas flexibles y de las que sus criadores o propietarios, para quitarles su aspecto sumiso, les cortan una parte, dejando sólo un esbozo del pabellón auricular que permanece tieso, dándole así un aspecto más agresivo. Hoy por suerte ya está prohibido en España y en casi todo Europa, espero y deseo que esté prohibido en todo los países del mundo definitivamente.


CAPÍTULO 13


Por: Erik Farina (Etólogo Canino)


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lunes, 15 de marzo de 2021

Etología Canina Comportamiento Social del Perro Capítulo 10

Erik Farina 2021

 

Comportamiento Social del Perro Capítulo 10


El Ladrido del Perro


El contacto acústico representa un aspecto muy interesante de la biología del perro, sobre todo por las diferencias sustanciales que muestra con respecto a su antepasado el Lobo.


Todo el mundo sabe que mientras los perros suelen ladrar con mucha frecuencia y asiduidad que los Lobos, éstos utilizan más el aullido que aquellos.


Naturalmente la explicación hay que buscarla en la influencia de la selección operada por el hombre con la domesticación, y en el hecho de que han ido desapareciendo los estímulos que desencadenan estas actividades.


Se cree normalmente que el ladrido representa una amenaza, y la gente teme de ordinario a los perros que ladran.


En el estado salvaje el significado real del ladrido es totalmente distinto. Los Lobos recurren al ladrido exclusivamente para señalar un peligro, o mejorar un factor de desorden, y sirve para llamar la atención a los miembros de la manada sobre el que llega.


Es casi siempre un ladrido sencillo, único y raramente doble, y funciona como una campanilla de alarma: los cachorros huyen enseguida hacia un refugio y los adultos se reúnen para captar la proveniencia y la entidad del desorden.


Apenas identificada la fuente los Lobos deciden cómo comportarse; o entienden que ha sido una falsa alarma y entonces reanudan sus actividades interrumpidas, o deciden atacar o escapar.


Tal comportamiento es totalmente inusual en las situaciones normales de los perros domésticos. El ladrido no es casi nunca único, sino que se transforma en una histeria perruna que implica también a los perros del contorno.


Erik Farina 2014


Seguramente tal costumbre es producto de la selección del humano que, al necesitar perros guardianes y perros centinelas, ha favorecido la reproducción de perros que ladraban más asiduamente, produciendo muchas razas que no es exagerando definir como extremadamente molestas y fastidiosas para el sentido del oído.


Seguramente el ladrido se ha reforzado también por el hecho de que el perro no puede reaccionar como lo haría en su estado salvaje, es decir, escapando o atacando, y por eso continúa ladrando.


A este propósito hay que decir que el dicho que afirma “Perro ladrador poco mordedor”, es en parte verdadero. En efecto, si un perro que tienen la posibilidad de atacar y que ya está cerca de vosotros, sigue con sus ladridos, significa que tiene miedo de acometer, y os podéis alejar sin temor.


Todas las veces que he visto en los domicilios a los perros ladrando, ha sido sólo una advertencia y luego ha venido el ataque. El posible mordisco que ustedes puedan recibir de un perro lo mas seguro que lo haga sin ladrar, con un simple gruñido se lanzará a morder.


Una prueba de que la característica del ladrido es obra de la selección del humano está en los perros de caza que por necesidad deben ladrar mucho menos pues de lo contrario harían huir a la presa.


También los Basenji, perros salvajes africanos, ladran muy poco, lo que prueba que el ladrido es contraproducente en el estado salvaje ya que puede atraer a los depredadores, hoy en día una raza bien consolidada en los hogares que se selecciona porque no suele ladrar.


CAPÍTULO 11


Por: Erik Farina (Etólogo Canino)


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lunes, 1 de marzo de 2021

Etología Canina Comportamiento Social del Perro Capítulo 8

Erik Farina 2011

 

Comportamiento Social del Perro Capítulo 8


Las Relaciones del Perro con otros animales


Los Perros atacan a los gatos, persiguen a los zorros, son amigos de los caballos, se comen a los pájaros, y algunas razas quieren a las ovejas y otros las matan.


Son algunas de las cosas comunes que se dicen y se repiten por diferentes lugares, cuando se habla de la relación entre los perros y otros animales, pero una vez más hay que recordar que sus comportamientos ante otros animales son diferentes de raza a raza, e incluso de perro a perro de la misma raza, y dependen del patrimonio genético heredado de los padres, pero también y sobre todo del aprendizaje y del “Imprinting” en la fase de socialización, de los factores ambientales, nutricionales y hábitos de vida que denominamos la Epigenética.


Los primeros pasos de los perros durante sus encuentros con otros animales, sean éstos de la misma especie o distinta, siguen unos esquemas de comportamiento relativamente estables que ya hemos tenido ocasión de describir en anteriores capítulos.


En estas ocasiones, cualquier movimiento del rabo, de las orejas o de otras partes del cuerpo y cualquier sonido que emita el otro animal se interpreta según el lenguaje canino. Aquí es donde surge el problema con muchos animales, pues el “hablarse” con lenguajes diferentes lleva a una mala interpretación de muchas señales.


Por ejemplo; cuando un perro se encuentra por primera vez con un gato, la mayoría de las veces intenta, husmeándolo y tocándolo, una aproximación de carácter exploratorio y curioso. El gato, por toda respuesta, si ya ha tenido experiencias negativas con otros perros o si todavía no conoce la agresividad del animal que tiene delante, asumirá una actitud de defensa y de miedo, arqueando la espalda, erizando el pelo y bufando como respuesta peculiar de su especie.


El perro no interpreta estas señales como de miedo y defensa, porque en el lenguaje canino significa dominio y agresividad.


La reacción del perro en este punto puede ser de dos tipos distintos; la primera reconoce la superioridad del gato y en consecuencia se retira, cosa en realidad muy rara y que ocurre sólo con perros pequeños. La segunda, pretenderá la sumisión del gato poniéndose panza arriba, lo que el gato se guardará bien de hacer.



Erik Farina 2011


Tras su primer encuentro, el perro habrá aprendido a correr tras los gatos y será muy difícil reprimir su carrera. Sin embargo, el imprinting tiene su importancia, ya que gatos y perros que hayan vivido juntos desde pequeños son capaces de comprenderse mutuamente y de comportarse según esquemas comunes.


Lo dicho puede extenderse a la relación del perro con todos los animales con que se encuentra. Unos cachorros de perros que durante el periodo de socialización viven junto con las ovejas o con las vacas, desarrollan la capacidad de comunicarse y de fraternizar con estos animales también de adultos sin ninguna dificultad.


De este modo es como precisamente los pastores , además de disponer de razas genéticamente aptas para este fin, han tenido y continúan teniendo la costumbre de hacer convivir a sus perros con sus rebaños y sus manadas.


Las antipatías especiales de algunos perros frente a animales, están siempre determinadas por hechos vividos con anterioridad o por su falta de relaciones durante su etapa infantil.


Potencialmente todos los perros, hasta los que tienen un carácter muy fuerte con agresividad, los perros de caza y de persecución, son capaces de desarrollar relaciones amistosas con los demás animales, y el único cuidado que debe tener el propietario del perro, es hacer la primera infancia.


Así será posible ver jugar perros y gatos juntos, en contra de todos los dichos y convicciones que tanto se han difundido.


CAPÍTULO 9


Por: Erik Farina (Etólogo Canino)


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lunes, 22 de febrero de 2021

Etología Canina Comportamiento Social del Perro Capítulo 7

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Comportamiento Social del Perro Capítulo 7


Relaciones del Perro con el Humano


La tradición literaria de las distintas culturas ha consolidado a través del tiempo una concepción diferente pero demasiado romántica y esencialmente falsa de la relación entre el humano y el perro, definiendo a este último como el amigo más fiel al humano.


Si esto nos agrada podemos continuar afirmando que se trata de fidelidad y de amistad, pero en realidad la relación perro-humano se basa en el espíritu de grupo, dominio y subordinación.


El perro que entra a formar parte de una familia de humanos, transfiere a los seres humanos las relaciones sociales que normalmente desarrolla con sus semejantes.


El humano debería hacer lo mismo adaptándose a tratar al perro como si fuese un perro, y no como a una persona como por desgracia ocurre muchas veces, lo que va en detrimento de la armonía de la relación entre ambos.


El perro no es capaz de comprender unos comportamientos distintos del suyo, por lo que todas nuestras acciones las interpreta en clave canina, originándose así equívocos y malentendidos con nuestro fiel amigo.


La mayor parte de los problemas de los propietarios con sus perros tienen que ver con la agresividad y la desobediencia.



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Es sabido que hay algunas razas de perros con más carácter y por tanto más difíciles de controlar, y otras con tendencia a cultivar un espíritu muy independiente.


Este tipo de razas necesitan atenciones especiales. Necesitan un propietario que entienda y comprenda esta raza, y que esté acostumbrado a manejar estos perros, capaz de imponer su voluntad, y el mejor modo para salir adelante es tratar a los perros precisamente según el esquema dominador subordinado, no haciendo ninguna concesión que un jefe de manada no haría a sus inferiores.


Pero a la vez el amo debería tratar de no aterrorizar al perro, nunca meterle miedo y castigarlo, tratando de alterar la severidad con la capacidad de mostrar afecto, pues de lo contrario podría convertirse en un perro miedoso y excesivamente sumiso, nunca podrías saber si te obedece por afecto o por miedo.


En estos casos se desarrolla entre perro y humano una relación social totalmente errada, no basada en el esquema dominador sometido, lo que supone impedir crecer al perro y que llegue a su fase adulta correctamente y equilibrado.


El mismo efecto se obtiene cuando alguien se comporta de modo demasiado oprimente con su perro, tratándolo con demasiada dureza, limitando su libertad y manteniéndolo en una situación psicológica de eterno cachorro.


Cada vez que un perro trata de dominar a su amo, o muestra agresividad, o no se comporta como alguien de rango inferior, el amo deberá llamarlo inmediatamente al orden y a la disciplina.



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Si en cambio el amo no muestra la autoridad suficiente para aparecer como un jefe de la manada, el perro tratará de tomar el papel de dominador que ha quedado vacante.


Esto ocurre con más frecuencia de lo que se piensa, sobre todo con grandes perros que tienen amos demasiado tímidos. La imagen frecuente de una persona llevando al perro tirando de la correa y luchando con él porque el perro tira demasiado, es un ejemplo de un perro que manda sobre el amo humano, obligado a seguirlo casi a trompicones hasta que encuentra una farola a la que agarrarse para detener la carrera sin control ninguno.


Cuando un perro quiere imponer su ley, no obedece y se muestra hostil, es difícil vivir con él. En algunos casos el perro puede mandar sobre toda la familia, en otros sobre alguno de sus miembros.


Si no se quiere correr el riesgo de estar a las órdenes del propio perro, lo mejor será adoptarlo cuando es todavía un cachorro de no más de dos meses de vida. Durante esta fase, llamada de socialización, el perro está dispuesto a establecer su más estrecho contacto con el humano.


Este es el periodo en que el humano debe imponer firmemente su voluntad, impartiendo órdenes que deben seguirse sin vacilación, no cediendo en nada y rechazando cualquier tipo de rebelión por parte de los perros, hay que enseñarle que comportamientos son agradables para el humano que que comportamientos no son de agrado para el humano, haciendo agradable la convivencia.


Otra recomendación que hay que seguir es tratar de no intervenir en las luchas jerárquicas entre perros, dándoles la oportunidad de ajustar sus cuentas por sí mismos, libres de correas, para que, llegado el caso, puedan escapar de los ataques agresivos del contendiente.



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Incluso cuando uno se encuentra entre luchas cruentas entre dos perros por cualquier problema de dominio, el humano no debe dejarse llevar por sus sentimientos y tomar partido por el más débil que está perdiendo.


Hasta en los momentos más tranquilos no conviene mostrar demasiado afecto por los más débiles frente a los dominadores. En efecto, el dominador podría mostrar su celo interpretando esa acción como una afrenta a la jerarquía y podría atacar al más débil.


A su vez el débil podría sentirse respaldado por el humano y encontrar coraje para agredir al perro más fuerte con consecuencias a menudo dramáticas para uno de los dos perros.


Por el contrario, se debe mostrar siempre preferencia por el dominador y tratarlo con afecto, al menos cuando se está en presencia del más débil. De este modo se respetará la jerarquía; primero el humano, luego el perro dominador y finalmente el sometido.


Finalmente, conviene anotar algunas convicciones que caracterizan nuestro modo de considerar las capacidades intelectivas de los perros.


La primera se refiere a la pregunta de si los perros son o no inteligentes. La respuesta es sin duda que “Si” los perros son muy inteligentes, si bien sigue la dificultad de determinar hasta qué punto son inteligentes, y sobre todo si algunas razas son más inteligentes que otras.



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Cuando nosotros definimos con palabras la inteligencia, hablamos de la capacidad de resolver los problemas, pero en realidad los test que miden la inteligencia se basan en pruebas que dependen la mayor parte de las veces de capacidades físicas t sensitivas o provenientes de experiencias pasadas.


Además, cuando hablamos de razas más o menos inteligentes, en realidad mezclamos inteligencia y adiestramiento. Este último depende de ordinario del grado de socialización con el humano y no tiene nada que ver con la inteligencia.


Este error está muy arraigado entre las convicciones de los cinófilos y comúnmente se oye hablar de razas más inteligentes que otras sólo porque logran realizar mejor un ejercicio o porque se hacen entender mejor con su dueño.


La segunda convicción se refiere a la capacidad de pensar de los perros. El egocentrismo y la soberbia del hombre no han admitido nunca que se pudiera creer que los animales piensen igual que los humanos, y se ha sostenido siempre que todas las acciones de los perros están dictadas por el instinto.



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Seguramente hay diferencias muy grandes en la capacidad de pensar entre humanos y perros, pero podría ser que las diferencias existentes sean más cuantitativas que cualitativas. En efecto, lo que ayuda al humano es seguramente el lenguaje que le permite comunicar sus pensamiento y razonamientos, y nuestra medida de calibrar la capacidad de razonar sigue siendo el lenguaje mismo.


Es sabido que los perros son capaces de comprender el significado de muchas palabras y de responder a determinadas órdenes. Es evidente, por otra parte, que no aprendes solos, sino a través de la enseñanza de sus dueños.


Sin embargo su capacidad o no de comprender el lenguaje humano no puede ser un patrón válido para medir la capacidad de razonar de los perros. Los mismos perros tienen su lenguaje y; ¿Cómo podemos afirmar los humanos que hemos entendido su mecanismo de comunicación? ¿Cómo podemos afirmar que los perros no pueden acordarse de algunos sucesos vividos y que sus reacciones son siempre de carácter instintivo?


Se trata del eterno problema de antropomorfizar todo tipo de comportamientos o de comunicación animal, cuando en realidad no podemos afirmar de modo científico desde nuestras bases de partida ni que los perros sean capaces de pensar, recordar, soñar y razonar del mismo modo que los humanos, ni lo contrario.


CAPÍTULO 8


Por: Erik Farina (Etólogo Canino)


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